Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) confirmaron 704 casos de sarampión en Estados Unidos. Casi todos fueron niños a los que no se les aplicó la vacuna contra el sarampión, las paperas y la rubéola, que inmuniza contra la enfermedad, dijeron funcionarios.

Autoridades federales de salud dijeron que la propagación de información errónea sobre la vacuna que puede prevenir el sarampión es una de las razones por la que muchos menores no han sido vacunados.

“Sabemos que las vacunas son seguras porque están entre los productos médicos más estudiados que tenemos”, aseguró el secretario de Salud y Servicios Humanos, Alex Azar.

Un número creciente de padres en Estados Unidos se niega a vacunar a sus hijos creyendo, en contra de la evidencia científica, que los componentes en ellos pueden causar autismo u otros trastornos.

Unos 22 estados han registrado casos de enfermedades extremadamente contagiosas y, en ocasiones, mortales. Ninguna de las víctimas del brote reciente murió, pero el 3 por ciento contrajo neumonía y el 9 por ciento fue hospitalizado debido a complicaciones de la enfermedad, dijo el lunes el director de los CDC, Robert Redfield.

El brote actual se concentra en la ciudad de Nueva York, donde las autoridades contabilizan más de 390 casos desde octubre, principalmente entre niños de comunidades judías ortodoxas en Brooklyn. La mayoría de los últimos casos han sido en Nueva York y Los Ángeles, informaron las autoridades.