En un nuevo intento para combatir el ingreso de inmigrantes de Centroamérica a Estados Unidos, el presidente Donald Trump propuso cobrar una cuota a los solicitantes de asilo para procesar sus formularios.

La medida es una de las más recientes propuestas hechas en un afán de frenar la llegada de familias inmigrantes a la frontera con México, mientras el mandatario estadounidense se prepara para buscar la reelección.

Trump pidió a su secretario de Justicia y al secretario interino de Seguridad Nacional tomar medidas adicionales para reformar el sistema de asilo, el cual, asegura, está “en crisis” y asolado por el “abuso desenfrenado”.

A través de un memorándum, Trump le dio un plazo de 90 días a las autoridades para proponer regulaciones para que todas las solicitudes de asilo se decidan en un periodo no mayor a 180 días.

El presidente también desea prohibir que cualquiera que haya ingresado o intentado ingresar ilegalmente a Estados Unidos obtenga autorización provisional para trabajar, y está exhortando a las autoridades a que revoquen de inmediato los permisos de trabajo cuando a los individuos se les niegue el asilo y se ordene su deportación.

Los arrestos en la frontera sur se han incrementado en meses recientes. Los agentes fronterizos han efectuado más de 100 mil arrestos o rechazos de ingreso en marzo, el nivel más elevado en 12 años.