Para muchos, George López es un de los cómicos más divertidos de la televisión con sus atrevidas sátiras en contra del gobierno de Donald Trump e incluso del ex alguacil Joe Arpaio y otros personajes, pero fuera de las cámaras también se pone serio al momento de hablar de política y la actual situación del país.

“Estamos viviendo el peor gobierno que ha tenido Estados Unidos, tan solo por el hecho de atreverse a arrancar a niños de sus padres y permitir que escale la crisis humanitaria que se vive en la frontera”, dijo López.

Entrevistado en un breve receso después de convivir con cientos de seguidores y minutos antes de cortar el listón de su nuevo restaurante Chingón Kitchen en el casino Vee Quiva, López llamó a la comunidad latina a resistir y participar.

“El hecho de no tener papeles no hace a nadie menos humano y merecedor de respeto y tampoco impide participar en la resistencia. Pero por eso es tan importante que quienes si pueden votar, lo hagan por todos esos que no tienen voz, somos nosotros quienes podemos llevar su lucha a las votaciones”, dijo firme George López.

El comediante de ascendencia mexicana ha sido severamente cuestionado debido a sus fuertes sátiras, por los conservadores e incluso el ex alguacil Joe Arpaio lo retó a un debate.

“Creo que el tiempo de esa persona ya pasó y debería disfrutar del retiro”, enfatizó.

George López realizó el tradicional corte de listón de Chingon Kitchen ante cientos de seguidores en el Casino Vee Quiva,ubicado en 15091 S. Komatke Lane en Laveen, Arizona.

El restaurante ofrece un menú de platillos que incluye tacos, burritos y ensaladas; además, carne asada a la leña y al pastor, así como pollo asado condimentado con hierbas.

También cuenta con los favoritos antojitos mexicanos como guacamole hecho a mano, churros, elotes, horchata y más.

Además de las diversas opciones de comida, el restaurante se mantiene fiel a las raíces de López, incorporando elementos de la herencia tradicional mexicana y chicana, como las calaveras del Día de los Muertos y las máscaras de Lucha Libre.

El restaurante fusiona a la perfección esta iconografía cultural con una decoración de inspiración urbana con ladrillos rojos, maderas oscuras y murales pintados a mano.