La Luna, objeto de mitos y compañera de romances y melancolías, tiene arrugas y se está achicando, afirmó este lunes el científico Thomas Watters, del Centro de Estudios de la Tierra y Planetas en el Museo Nacional del Aire y el Espacio de EU.

Lenta pero sin pausa, a medida que su interior se enfría, la Luna ha adelgazado más de 50 metros en los últimos cientos de millones de años, explicó Watters, según un comunicado de la agencia espacial estadounidense, NASA.

Tal como una uva se arruga a medida que se encoge hasta ser una pasa, la Luna se arruga al achicarse, indicó la nota.

Pero a diferencia de la piel de la uva, que es flexible, la de la Luna es rígida y se quiebra al empequeñecerse formando fallas donde un segmento de corteza es empujado encima de otro.

“Nuestro análisis proporciona las primeras pruebas de que estas fallas siguen activas y probablemente producen sismos aún ahora mientras la Luna sigue enfriándose y achicándose”, dijo el científico.