La superintendente de Instrucción Pública de Arizona, Kathy Hoffman, anunció la  creación del Grupo de Trabajo de Seguridad Escolar, tras señalar que es necesario reducir la violencia y es algo en que la Legislatura Estatal no haría, pues habían “matado” una propuesta que buscaba soluciones.

“El Grupo de Trabajo de Seguridad Escolar de Arizona elaborará un plan modelo que se puede distribuir a las escuelas y socios comunitarios”, dijo Hoffman.

En la búsqueda de soluciones contra todo tipo de violencia escolar, pero sobre todo, de salud mental, se incluirán organizaciones estudiantiles, maestros, administradores escolares, agentes del orden público, profesionales de la salud, consejeros y otros.

Durante el anuncio, Hoffman, fue acompañada por la senadora republicana Kate Brophy McGee y activistas adolescentes del grupo de control de armas March For Our Lives.

Los defensores se enfocaron en la salud mental como un aspecto clave del grupo de trabajo y de cualquier plan de seguridad escolar que se diseñe.

Un proyecto de ley presentado por el demócrata Daniel Hernández y copatrocinado por más de una docena de legisladores en ambos partidos, sugería la creación de planes escolares seguros que reconozcan y respondan a la “angustia emocional o de comportamiento” en los estudiantes.

Aunque dos comités de la Casa aprobaron el proyecto de ley, nunca recibió una audiencia en el Comité de Reglas de la Cámara de Representantes.

“Mientras esperamos que la legislatura se ocupe de la seguridad escolar, me emociona comenzar a trabajar en soluciones bipartidistas e integrales que eleven y capaciten a nuestras escuelas, estudiantes y maestros para construir comunidades educativas más seguras”, dijo Hoffman.

Por su parte, la senadora Brophy McGee dijo que la seguridad en los planteles abarca problemas como el acoso escolar, cibernético y la salud mental de los estudiantes.

“Se debe lidiar con cosas que no se aprecian a primera vista, pero que se pueden sentir cuando uno entra en una escuela; es una cultura que debe construirse”, afirmó.

March For Our Lives, se formó después del tiroteo de febrero de 2018 en el que murieron 17 estudiantes de la Escuela Secundaria Stoneman Douglas, en Parkland, Florida y se enfocó principalmente en abogar por una legislación de control de armas, pero Jordan Harb, el director ejecutivo en Arizona dijo que están cambiando su atención hacia metas más alcanzables.

Harb dijo que una preocupación casi universal es la salud mental, no sólo los tiroteos en las escuelas y la brutalidad policiaca, sino temas como el suicidio.

Hoffman dijo el grupo de trabajo podría quedar establecido al final del verano y terminar sus recomendaciones para fines del siguiente año escolar y dar tiempo a que la Legislatura tome las medidas sugeridas.

Hoffman invitó a los legisladores a la asignación de más presupuesto para los consejeros escolares, área en la que el Estado está entre los peores de la nación.