La tradicional visita de los equipos campeones de la MLB han que han visitado la Casa Blanca como símbolo de la excelencia deportiva.

Pero ésta vez, Boston Red Sox aprovechó la ocasión y los reflectores para expresar inconformidad con la administración actual.

El equipo de Massachusetts ganó la Serie Mundial en octubre y algunos de sus jugadores no aceptaron ir con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.

El mánager Alex Cora manifestó la semana pasada que no iba a asistir, mencionado su exasperación con las gestiones del gobierno para ayudar a su natal Puerto Rico a recuperarse de un devastador huracán.

Casi una decena de jugadores, incluyendo a Mookie Betts (el Jugador Más Valioso de la Liga Americana), dijeron que tampoco asistirán a la ceremonia.

Todos los que decidieron no acudir a la Casa Blanca son jugadores de color. Todos los jugadores blancos (incluyendo J.D. Martínez, de raíces cubanas) acudieron.