La imposición de un arancel del 5 por ciento sobre todas las importaciones de México creará un efecto dominó y precios más altos para los consumidores en general, según la Cámara de Comercio e Industria de Arizona y varios otros conocedores del tema
Ya sea que se trate de fabricar partes de automóviles, computadoras o probar sus legumbres o ingredientes favoritos, la gran mayoría de esos productos provienen directamente de México. En general, el consumidor terminará más afectado porque las empresas aumentarán los precios a sus clientes.
“Fue un shock escuchar la noticia que dio a conocer el Presidente Donald Trump, pues tenemos en puerta el USMCA con México y Canadá para reemplazar al Nafta, no es el momento de imponer nuevas tarifas”, dijo Glenn Hammer, presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arizona.
En total, Arizona importó 9 mil millones de dólares en bienes de México en 2018 y un arancel del 5 por ciento amenazaría a 452.1 millones de las importaciones estatales, mientras que un arancel del 25 por ciento amenazaría 2.26 mil millones.
“Hemos estado trabajando muy de cerca con la administración para obtener el que podría ser el mejor acuerdo comercial jamás negociado por una administración estadounidense, para Arizona, esto es un gran problema. Tenemos 230 mil empleos relacionados con el comercio con México y Canadá, y sabemos que con este acuerdo recientemente negociado, tendríamos muchos miles más”, dijo Hammer.
La tarifa de Trump impactará inmediatamente hasta en mil 500 dólares el costo de los autos nuevos, pues innumerables cantidades de piezas son fabricadas en México.
“Arizona es un centro de tecnología automotriz emergente debido a la cadena de suministro en México, pero ahora estas partes van a pagar impuestos y se encarecerán los costos”, dijo Hammer.
Neil Bradley, vicepresidente ejecutivo y director de políticas de la Cámara de Comercio de Estados Unidos señaló que:
“Imponer éstos aranceles a las importaciones de México es exactamente el movimiento equivocado, pues serán pagados por las familias y empresas estadounidenses sin hacer nada para resolver los problemas reales en la frontera”.
Actúa Ducey
El gobernador Doug Ducey también manifestó su preocupación respecto a las tarifas y al modo en el que se pretende presionar a México respecto a la crisis humanitaria en la frontera.
“He hablado con la Casa Blanca. Todos saben que me opongo a las tarifas y valoro profundamente la relación de Arizona con México, que priorizo la seguridad nacional y una solución a nuestra crisis humanitaria en la frontera por encima del comercio”, dijo.
“Ya es hora de que el Congreso actúe, tanto en seguridad fronteriza como en USMCA, que se presentó hoy y tendrá un beneficio sustancial a largo plazo para todas nuestras economías”, dijo el Gobernador.
Ante los aranceles planeados, los senadores del Partido Republicano están revisando para ver si Trump tiene la autoridad para tomar la acción anunciada y qué puede hacer el Senado para bloquear los gravámenes.
Los legisladores tanto republicanos como demócratas y la comunidad empresarial están preocupados de que la Casa Blanca no haya pensado completamente en las posibles consecuencias económicas de las tarifas propuestas.
La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, dijo que los aranceles planeados por Trump también podrían poner en peligro la ratificación del acuerdo comercial con México y Canadá.
Ni sus legisladores lo apoyan
Incluso el congresista David Schweikert, fiel seguidor de Trump consideró que no cree que las tarifas sean la forma de abordar el problema fronterizo.
“Dado que México es, por lejos, el socio comercial número uno de nuestro estado, se convierte en un doble golpe injusto para la gente de Arizona sufriremos mucho el costo”.
La senadora Martha McSally manifestó su oposición al prometido impuesto de importación del presidente Donald Trump.
“Comparto la frustración del presidente con lo que está sucediendo en la frontera y comparto su objetivo de detener esta locura, pero México también es el socio comercial número uno de Arizona y tenemos más de 200 mil empleos que dependen de este comercio transfronterizo”, dijo McSally.
“En general, no creo que las tarifas sean la solución para abordar esto. Es un impuesto a las familias trabajadoras de Arizona”, finalizó.