Con el dramático aumento de la obesidad infantil, uno de los temas más importante y relevante es el de la actividad física en los niños. Pero ¿Cómo podemos definir lo que es la actividad física? La Organización Mundial de la Salud define la actividad física como “todos movimientos que forman parte de la vida diaria, incluyendo el trabajo, la recreación, el ejercicio y las actividades deportivas”. Partiendo de esta amplia definición aplicable para grandes y chicos, me voy a enfatizar en los beneficios que provee esta para la población infantil.
¿Por qué el ejercicio o la actividad física son importantes para los niños?
La actividad física debe ofrecérsele al niño, no imponerse ni presionarse, sino todo lo contrario, se deben animar a entrar en contacto con otros niños y con su propio cuerpo. La realización de ejercicio le traerá muchos beneficios a los chicos, tanto en la infancia como en las etapas posteriores de su crecimiento y desarrollo.
Lo primero que aprenderán los niños al realizar algún tipo de actividad física es a relacionarse, tanto con sus pares como con los adultos, que serán los encargados de enseñarles algún juego o deporte. Además, el ejercicio es ideal para el aprendizaje, ya que no sólo se estimula la movilidad del niño, sino que también se le enseña a respetar las reglas y la integridad física y emocional de sus compañeros, como de sí mismo.
También es necesario destacar que la realización de algún deporte, juego o actividad física, es ideal para que el niño aprenda a cooperar y supere la timidez, aspecto que está muy presente en los primeros años de su crecimiento, ya que tiene que lidiar con personas y situaciones que permanecían como desconocidas.
Por otra parte, la realización de algún tipo de ejercicio o deporte, ayudará a fortificar el crecimiento y la tonificación de los músculos, ofreciéndoles mayor resistencia y aumentando la fuerza de sus extremidades.
Otro de los mayores beneficios de la actividad física en los niños, es la creación de un hábito muy importante: el cuidar de su salud. Cuando un niño desarrolla o descubre un interés particular por un deporte, lo incorporará a su rutina diaria, y probablemente lo practicará a lo largo de su vida. Esto debe tener un impacto positivo en la salud y bienestar del niño, ya que desde temprana edad aprende a que la actividad física se relaciona a la prevención de muchas enfermedades que se pueden prevenir, como las cardiovasculares y la obesidad.
El aumento de actividad física se ha asociado con una mayor expectativa de vida y un menor riesgo de desarrollar una enfermedad cardiovascular. La actividad física produce beneficios generales físicos, psicológicos y sociales. Los niños inactivos tienden a convertirse en adultos inactivos.