Tras afirmar que el nuevo gobierno de Nayib Bukele ha propuesto un ataque frontal a la corrupción y al crimen organizado, una delegación de funcionarios de El Salvador estuvo de visita en Phoenix para promoverse como un país listo para la inversión extranjera y que ha empezado a controlar la oleada migratoria.

Rolando Castro, ministro del Trabajo salvadoreño, se entrevistó con legisladores de Arizona como César Chávez, Raquel Terám, John Cavanaugh y Tony Navarrete, así como un puñado de empresarios en el edificio del senado estatal.

Castro afirmó que se ha logrado de entrada un primer acuerdo con el Departamento de Estado para lograr un paquete inicial de mil visas de trabajo sobre todo en el área de la construcción, para ciudadanos salvadoreños sin récord criminal, que nunca hayan entrado ilegalmente a Estados Unidos y nexos familiares para su regreso.

“Una de las mayores razones para la migración era la violencia por el crimen organizado que fue creciendo gracias a la corrupción imperante en el país y que en éste nuevo gobierno se ha atacado frontalmente con grandes resultados en los que hemos logrado reducir los índices criminales en gran porcentaje”, dijo Castro.

De esa forma, afirmó que El Salvador es un país seguro que ofrece grandes oportunidades para la inversión extranjera, que ofrece playas, volcanes y las mejores pupusas del mundo y conminó a la apertura de nuevos negocios.

En ese tenor, Nick Maldonado, CEO de Toro Taxes también presente en la reunión, se mostró interesado en abrir 200 fuentes de empleo y otros promotores de negocios buscaron el acercamiento.

La delegación salvadoreña fue complementada por el cónsul general Germán Álvarez y José Isaac Rubí, asesor del vicepresidente, así como la vocera Silvia Romero, entre otros.