Luego que los votantes de Phoenix avalaron por cuarta ocasión la ampliación del proyecto del tren ligero en la más concurrida elección especial que se haya registrado en la historia de la ciudad, los pequeños comerciantes de la Avenida Central Sur, se unirán en busca de una compensación económica.

“La pelea no ha terminado, tenemos que seguir luchando para que la ciudad compense a todos los negocios que serán destruidos por la extensión de esta ruta, tenemos que poner el Ayuntamiento contra la pared”, dijo el líder social Salvador Reza.

Los pequeños comerciantes del área Central Sur por donde pasará el tren ligero, señalan que serán aniquilados por el proyecto que tardará años en ser construido y alejará a los clientes durante ese lapso.

Salvador Reza líder de muchas batallas sociales considera que algo se puede hacer para que los negocios no desaparezcan y una solución sería crear un fondo de compensación auspiciado por los consorcios privados a los que beneficiará el tren ligero.

“Ya hemos tenido experiencias en otras batallas y logrado resultados más justos para los afectados, es un proceso largo y se requerirá de mucho cabildeo tanto con los políticos, Valley Metro y las empresas beneficiadas, pero si se puede apoyar a los negocios, debemos encontrar la fórmula”, afirmó Reza.

La idea es la creación de un fondo con recursos privados, ya que sería ilegal utilizar dinero público para compensar a los comerciantes con al menos una parte de los muchos ingresos que perderán durante la construcción de la extensión Central Sur.

“Si queremos permanecer abiertos, debemos seguir pagando renta, servicios, impuestos, empleados y lo único que nos ofrecen es apoyo con una página de internet, cuando sabemos que los clientes no vendrán a nuestros negocios por que se afectará el tráfico durante años”, señaló Carlos Cárdenas, uno de los empresarios afectados. 

Cárdenas propietario de Mariscos El Dorado, calcula que en su caso estaría perdiendo hasta un 60 por ciento de sus ventas semanales y le sería imposible mantener abierto el negocio al que tanto tiempo dinero y esfuerzo le ha invertido.

“Cuando se iniciaron las pláticas sobre el proyecto, yo plantee que se nos diera una compensación y me dijeron que era ilegal usar dinero público, pero curiosamente no es ilegal acabar con nuestros negocios”, dijo molesto Cárdenas.

En el corredor Central Sur se encuentran en peligro alrededor de 80 pequeños negocios que fueron quienes iniciaron el movimiento “4 Lanes or NO Train”, argumentando que dejando al menos un carril a la circulación, se verían menos afectados.

“Ya en éstos momentos en tráfico por la tarde es bastante lento y cuando inicien los trabajos, los automovilistas serán desviados por otras calles ¿Entonces, quién nos va a comprar?”, cuestiona Cárdenas.

Salvador Reza considera que el proyecto final del Ten Ligero trae como consecuencia la creación de más corredores con más departamentos y espacios comerciales para grandes corporativos, donde no tiene espacio una panadería o una llantera, por lo que prevé un total cambio y desplazamiento de la actual cultura en el área.

“Es sacar a nuestra gente, obligarlos a vender barato sus propiedades para hacer negocio cuando aumente la plusvalía; hay mucho dinero de por medio, por eso sabemos que un fondo de compensación es una idea viable”, finalizó Reza.

Según los números finales de la pasada elección especial, más del 62 por ciento, los votantes rechazaron la Proposición 105, que habría descarrilado las extensiones del tren ligero en la ciudad y el Valle y planteaba reasignar esos recursos a otros proyectos de vialidad.