Los festejos del 208 Aniversario del inicio del Movimiento de Independencia de México se llevaron a cabo por todo lo alto el pasado fin de semana, con el Cónsul General en Phoenix, Jorge Mendoza Yescas, dando el tradicional “grito” desde uno de los balcones del histórico Teatro Orfeón y de igual forma en una verbena popular en el Desert Sky Mall, al día siguiente.
La ceremonia oficial se llevó a cabo en el Ayuntamiento de Phoenix que se vistió de gala para recibir a gran parte de la comunidad hispana política y de negocios, así como algunos distinguidos invitados como la propia alcaldesa Kate Gallego.

Igualmente los concejales Michael Nowakowski y Betty Guardado; el dirigente de la comisión Arizona-México, Juan Ciscomani y su apreciable famila; los legisladores Raquel Terán y César Chávez, entre muchos otros.

Horas después en una verbena popular realizada en el Desert Sky Mall, también se vivió toda una fiesta mexicana con danzas prehispánicas, bailables regionales, mariachi y no podía faltar Herencia Mexicana amenizando el ambiente.

El 16 de septiembre se conmemora el Día de la Independencia porque en esa fecha de 1810 comenzó la lucha de Miguel Hidalgo y Castilla y los demás insurgentes. En ese sentido, este 2019 se celebran oficialmente 208 años de la independencia de México.

La madrugada del 16 de septiembre el cura Miguel Hidalgo convocó a los ciudadanos con el toque de una campana, pero en lugar de invitarlos a misa los invitó a levantarse en armas en contra del mal gobierno español.

Sin embargo, ese día apenas comenzó la Guerra de Independencia, que conllevó un proceso de lucha bastante complejo y que duró bastantes años y en realidad México se convirtió en un país independiente de la Nueva España hasta el 27 de septiembre de 1821, cuando el Ejército Trigarante comandado por Ignacio Allende entró triunfalmente a la Ciudad de México.

De esta manera, sería hasta el 27 de septiembre que se cumplen 198 años como país independiente, sin embargo, la tradición marca el 16 de septiembre como el día oficial y esta tradición se mantiene incluso desde 1812, cuando aún no se ganaba la guerra.