El Departamento de Policía de Phoenix anunció el martes que tres oficiales han sido despedidos por razones disciplinarias por incidentes separados que durante éste año han puesto a la corporación en el banquillo de la crítica pública.

La sargento Maggie Cox, portavoz del departamento, dijo que una investigación interna al sargento Daniel Beau Jones había sido completada y resultó en la terminación de su contrato.

Jones estaba siendo investigado penalmente y se ha enfrentado a múltiples demandas por su conducta en el trabajo.

Entre esas demandas hubo una presentada por una mujer oficial en 2007, acusando a Jones de acoso y agresión sexual.

Según documentos en corte, Jones es fue acusado de golpear a civiles, amenazar a testigos, incautar dinero ilegalmente en una redada de drogas y abusar de una compañera de trabajo a quien supuestamente llamó un “contenedor de esperma” (cum dumpster) y dijo que la quería violar, de acuerdo con cuatro demandas presentadas contra Jones en un tribunal federal.

No está claro si alguna de las acciones de Jones detalladas en las cuatro demandas están relacionadas con las investigaciones penales e internas actuales, pero una revisión de cientos de páginas de registros judiciales en los casos presentados contra Jones pinta una imagen de un oficial que rara vez seguía la ley y con frecuencia abusaba de su poder.

Los registros judiciales muestran a Jones como un fanfarrón antagónico que una vez arrastró a un testigo a un cementerio y amenazó con poner una bala en la cabeza de un compañero de policía, de acuerdo con dos demandas separadas.

La jefa de Policía, Jeri Williams dijo en una conferencia de prensa que un oficial involucrado en un incidente de robo de una tienda viral y un oficial involucrado en una investigación de redes sociales también habían sido despedidos.

El oficial Christopher Meyer, quien también fue despedido, fue nombrado en un aviso de reclamo, precursor de una demanda por 10 millones en junio por su conducta durante la detención de una familia afroamericana y el aparentemente injustificado abuso de fuerza en la detención del sospechoso.

Los videos en el teléfono celular del incidente del 29 de mayo mostraron a Meyer tratando bruscamente a Dravon Ames y derribarlo pateando su pierna aún cuando estaba esposado y no oponía resistencia.

Los videos también mostraban a Meyer agarrando a Iesha Harper, que estaba embarazada, mientras sostenía un bebé.

El caso llamó la atención nacional y produjo fuertes manifestaciones y severas protestas de la comunidad afroamericana e hispana.

El sargento Tommy Thompson dijo a los periodistas que otro oficial involucrado en el incidente solo recibió un aviso disciplinario por escrito porque determinaron que sólo había tratado de poner la situación bajo control.

Williams declaró también que el detective David Swick fue despedido como resultado de una investigación sobre publicaciones ofensivas en las redes sociales.

“Si bien es cierto que todo individuo tiene derecho a la libertad de expresión, nuestra expectativa como servidores públicos va mucho más allá de la excelencia con la que debemos dirigirnos a nuestra comunidad”, dijo Williams.

Ella dijo que otros nueve oficiales fueron suspendidos de 8 a 40 horas como resultado de esa investigación, que fue impulsada por el Proyecto Plain View que lanzó una base de datos de las publicaciones de los oficiales en junio.

Williams calificó el comportamiento de todos los oficiales como inaceptable y dijo que su conducta erosionó la confianza en el departamento.

Por su parte Viridiana Hernández, directora de Poder in Action, que desde años ha denunciado el abuso de poder del cuerpo policíaco vio como positiva la acción y pidió mantener la presión para que los despedidos no regresen.

“La comunidad hizo que esto sucediera; sin la presión y el video de los espectadores, éstos policías todavía estarían en nuestras calles; cuando apelen a la junta del servicio civil, debemos asegurarnos de que no los vuelvan a contratar”, señaló.

Por su parte, el concejal Sal DiCiccio ciritó la acción disciplinaria y dijo que los oficiales fueron despedidos por razones políticas.

“No se equivoquen, despedir a estos oficiales por publicaciones en Facebook y malas palabras no es justicia, esto no es más que el Ayuntamiento cediendo a la presión de la mafia”, dijo en un comunicado.

Por su parte el Sheriff del Condado de Maricopa, Paul Penzone aplaudió la decisión de Williams.

“Cuando eres el jefe, tienes que definir cuál será la reputación de tu oficina y nosotros somos los guardianes, hay que garantizar la confianza del público en nuestra convicción de mantener la línea”, dijo Penzone en entrevista radiofónica.