Kentucky, un estado profundamente conservador, un bastión republicano en la gobernación desde 1995 y un estado que Donald Trump ganó por 29.8 puntos en 2016 y que ahora está en manos demócratas.
El fiscal general demócrata Andy Beshear ganó la gubernatura con 49.2% de los votos, mientras el actual gobernador Matt Bevin obtuvo 48.9%. Más de 1.4 millones de personas votaron en el estado.
El Presidente invirtió tiempo en apoyar a Bevin y participó en uno de sus eventos de campaña el lunes por la noche, pero con el triunfo de Beshear quedó claro que el apoyo de Trump no es infalible incluso en estados tradicionalmente conservadores.
El próximo año el líder de la mayoría en el Senado Mitch McConnell enfrentará la reelección en el estado y los resultados del martes son decisivos respecto a cómo enfrentarán los republicanos esa carrera electoral.
