Poco más de cuatro semanas han pasado desde que comenzara la temporada de la NBA y una de las noticias más gratas que ha tenido este inicio ha sido las buenas sensaciones que están transmitiendo los Phoenix Suns, que han pasado de ser uno de los peores equipos de la pasada temporada a una de las revelaciones del primer tramo de curso.

A pesar de la sanción de 25 partidos de Deandre Ayton, el conjunto de Arizona está funcionando muy bien tanto con sus piezas nuevas (Ricky Rubio, Baynes, Saric…) como con la versión más madura del joven líder de la franquicia: Devin Booker.

Las cifras demuestran esta gran transformación: Para empezar, los Suns apenas ganaron dos de sus 11 primeros partidos la pasada campaña y en esta su balance es de 7-4. No es que estén entre las mejores defensas de la NBA (son los 15º que más puntos encajan con 110,5 por partido), pero comparado con los registros del pasado curso (terceros que más recibían con 116,8 tantos por noche) la mejora es notable.

Sin embargo, el cambio más importante es en el ataque, pues el cuadro dirigido por Monty Williams, también se nota su mano en este buen arranque, es el quinto mejor ataque de la liga con 117,6 puntos anotados por encuentro con unos porcentajes espectaculares: 47,5% en tiros de campo (los mejores de la liga), 38,8% en tiros de tres (terceros) y 80,4% en tiros libres (sextos); a eso hay que añadir que son los que más asistencias reparten con 28,2 pases de canasta por partido y son los cuartos en diferencia de puntos con un +7.

Todo esto contrastado con lo sucedido en la temporada 2018-19 muestra a dos equipos completamente distintos: 107,5 puntos (23º), 45,9% en tiros de campo (16º), 32,9% en triples (30º), 77,9% desde la línea de personal, 23,9 asistencias (20º) y -9,3 diferencia de puntos (29º). Nada que ver una cosa con la otra.

Mucha mérito de este cambio la tiene Ricky Rubio, el base español ha caído de pie en los Suns, que llevaban tiempo buscando un director de juego titular que liberase a Booker de la tarea de crear juego para sus compañeros.

El que fuera MVP del Mundial se encuentra en el mejor momento de su carrera en cuanto a sensaciones y también en cuanto a cifras en puntos (13,6), rebotes (6,3) y efectividad en triples (37,5%); uno de los pocos apartados en los que no bate un récord son las asistencias, aunque es el cuarto que más reparte de toda la NBA (8,7) sólo por detrás de LeBron James, Luka Doncic y Trae Young.

Además en apenas 10 partidos jugados ya suma seis dobles-dobles cuando la pasada temporada entera apenas firmó siete; el base de El Masnou es la brújula de este equipo al igual que un Aron Baynes que está jugando el mejor baloncesto de su carrera: 15 puntos, 5,5 rebotes, 2,9 asistencias y un 46,8% en triples y para explicar mejor su excelente momento de forma, nunca antes había promediado más de siete puntos en una temporada.

Tan solo es el principio, pero al menos Ricky y compañía ya han conseguido que se hable, y bien, de los Phoenix Suns; la temporada es larga, pero el proyecto parece que vuelve a ilusionar.