Mary Rose  Garrido Wilcox

Para los arizonenses que siguen el debate sobre la mejor manera de mejorar la atención médica en Estados Unidos, lo que se está diciendo acerca de alejarse de nuestro sistema actual bajo la Ley de Cuidado de Salud Asequible y hacia un sistema que está controlado por el gobierno federal, está sonando algunas alarmas graves.

No hay duda de que nosotros, como nación, debemos centrarnos en hacer que la atención médica sea más asequible y ampliar la cobertura a más estadounidenses; sin embargo, la forma de hacerlo es alentando la verdadera competencia en el mercado abierto y libre.

Imponer un sistema de atención médica administrado por el gobierno va en contra de esos esfuerzos.

El punto es que no necesitamos comenzar desde el principio y no necesitamos depender de un sistema de atención médica administrado por el gobierno que no tome en cuenta las diferentes necesidades del individuo.

No necesitamos depender de un sistema que solo aumente los costos a través de impuestos más altos, que reduzca las opciones y flexibilidad, y que limite el acceso a él en las comunidades que más necesitan nuestra ayuda. Eso es lo que haría cualquiera de las propuestas que algunos de nuestros líderes nacionales promueven.

Por muy bienintencionados que sean, los políticos y los candidatos presidenciales que presentan diversas formas de propuestas de atención médica controlada por el gobierno, ya sea Medicare para Todos, pagador único o una opción pública, no están siendo transparentes sobre uno de los aspectos más importantes de estos disque planes. ¿Cómo se financiarán exactamente? Tal vez no lo dicen porque todos saben que cualquiera de estos sistemas necesitará enormes aumentos de impuestos para todas las familias estadounidenses.

Las familias trabajadoras no solo se enfrentarían a grandes aumentos de impuestos, sino que habría menos opciones y menos flexibilidad para encontrar planes que se ajusten a las necesidades específicas de los pacientes, especialmente cuando se trata del impacto en la cobertura de seguro privado y patrocinado por el empleador. La introducción de una opción administrada por el gobierno eventualmente desplazaría del mercado seguros de atención médica, eliminando los planes privados y patrocinados por el empleador hasta que solo quede la opción unilateral del gobierno, lo que significa menos opciones y menos control para los estadounidenses.

Los negocios arizonenses de todos tamaños se esfuerzan por ofrecer opciones de cobertura de atención médica integral de alta calidad para sus empleados. No solo es un diferenciador clave y una herramienta valiosa para el reclutamiento y la retención de una fuerza laboral talentosa, sino que también es lo correcto. Sin embargo, cualquier iteración de estos sistemas de atención médica controlados por el gobierno significará un desastre para los planes patrocinados por el empleador, lo que dificultará que los empleadores garanticen la cobertura de sus trabajadores.

De hecho, según un nuevo estudio realizado por KNG Health Consulting, un tercio de los trabajadores estadounidenses perderán su cobertura de atención médica patrocinada por el empleador para el año 2032 bajo un plan estilo “Medicare para América”, que supuestamente es una aproximación incremental a atención médica controlada por el gobierno.

Independientemente de cuánto tiempo tome o qué camino sigamos, este es el resultado final de cualquiera de estas propuestas equivocadas: los trabajadores estadounidenses serán sacados de los planes que actualmente disfrutan.

Eso ni siquiera está considerando el impacto que estos enfoques de atención médica tendrían en las muchas comunidades rurales de Arizona, donde el acceso y la asequibilidad ya son causas importantes de preocupación. Un estudio publicado a principios de este verano reveló que la introducción de una opción pública, (la más “moderada” de cualquiera de estas propuestas) para competir en los intercambios de atención médica de la Ley de Cuidado de Salud Asequible pondría al 55 por ciento de los hospitales rurales en todo el país en “alto riesgo de cierre”.

Cuando los pacientes y las familias rurales ya tienen que viajar distancias largas para obtener la atención que necesitan, lo último que deberíamos hacer es introducir políticas que les dificultarían mucho más las cosas.

Hay muchas cosas que podríamos hacer para mejorar la atención médica en Estados Unidos, como continuar expandiendo Medicaid en los estados, enfocarnos en la educación y la inscripción, aumentar los subsidios federales para las familias trabajadoras de la clase media, y proteger las provisiones más populares de la  Ley de Cuidado de Salud Asequible:  todos estos son ejemplos de soluciones de políticas reales y viables que los legisladores en Washington podrían buscar para ayudar a reducir costos y ampliar la cobertura.

Los legisladores en Washington deberían trabajar juntos para construir sobre lo que funciona de la  Ley de Cuidado de Salud Asequible mientras arreglan lo que no funciona. Ese es el mejor camino a seguir si realmente queremos que la atención médica sea más asequible, confiable y accesible para los arizonenses, y para todos los estadounidenses.

Mary Rose Garrido Wilcox fue supervisora ​​del Condado de Maricopa y actualmente es presidenta de la junta de distrito de Valleywise Health (anteriormente Maricopa Integrated Health System).