En un partido entre dos de los equipos más poderosos del fútbol mexicano, Monterrey se impuso a América en la gran final de la Liga MX.
Después de quedar 2-1 (3-3 en el marcador global) en el tiempo regular, Águilas y Rayados tuvieron que definir al campeón en penaltis.
Al final, el Monterrey fue el más certero en los disparos y se llevó la victoria con marcador de 4-2, con lo que obtuvo el quinto campeonato de su historia.