La controversia se mantiene en Phoenix, luego que el Ayuntamiento decidió no renovar su contrato para 12 cámaras en semáforos para captar a quienes no respetan la luz roja y que finalizó el pasado 31 de diciembre de 2019.
Decenas de personas lideradas por la concejal Debra Stark, se manifestaron por una mayor seguridad vial solicitando la reconsideración del Concilio Municipal en la polémica medida.
“Las cámaras de luz roja son herramientas para ayudar a promover la seguridad pública, y se ha demostrado estadísticamente que disminuyen los accidentes en las intersecciones”, dijo la concejal Debra Stark.
“Ayudan a reducir la velocidad y salvan vidas; numerosos electores apoyan el programa, incluidos algunos que han resultado heridos por los corredores de la luz roja. Apoyo firmemente el uso de cámaras de luz roja y vehículos con radares de velocidad alrededor escuelas”, agregó la Concejal.
El Ayuntamiento de Phoenix aprobó mantener solo los vehículos de detección de velocidad en las escuelas y finalizar el contrato actual para las cámaras de luz roja en las intersecciones
Entre los manifestantes se encontraba Bárbara Hoffman de la organización Red Means Stop Traffic Safety Alliance, quien compartió su historia: su hijo Michael, de 14 años, fue arrollado por un corredor rojo.
“Las estadísticas nos muestran que las cámaras de luz roja reducen las colisiones y son una herramienta para ayudar a mitigar la aplicación de la velocidad y posiblemente salvar vidas”, afirmó Hoffman.