El gobernador de Arizona Doug Ducey sorprendió durante su sexto informe de gobierno al dar a conocer los planes para cerrar la prisión estatal de Florence, para generar ahorros superiores cuarto de mil millones de dólares.
La oficina del gobernador dijo en un comunicado de prensa que el cierre ahorrará 274 millones en tres años al eliminar la necesidad de mantenimiento y reparaciones en las instalaciones.
Según el comunicado, el estado reubicará a los reclusos de Florence a la custodia de operadores externos e instalaciones correccionales del condado, aunque no hay planes para cortar ningún trabajo como resultado del cierre.
El personal de Florence será trasladado a unas 3 millas de distancia al complejo de la prisión estatal de Eyman, que también se encuentra en la ciudad de Florence del condado de Pinal, para eliminará las vacantes de trabajo y mejorar la seguridad de los oficiales correccionales allí, según el comunicado.
Ducey también dijo que el Departamento de Correcciones de Arizona se renombrará como el Departamento de Correcciones, Rehabilitación y Reingreso para reflejar la misión de la agencia bajo el nuevo Director David Shinn.
Shinn fue contratado en octubre para reemplazar a Charles Ryan, quien se retiró el mes anterior mientras estaba bajo fuego por su manejo de cerraduras de celdas rotas en la prisión de Lewis en Buckeye y otros asuntos departamentales.
“Brindamos más oportunidades y disminuimos la cantidad de personas que regresan a prisión y ayudamos a muchos a encontrar un trabajo significativo”, dijo Ducey durante su discurso anual.
Fue una sorpresa
Por su parte el Ayuntamiento de Florence declaró que no tenía idea de que el gobernador Doug Ducey planeaba cerrar su prisión estatal hasta que su oficina hiciera el anuncio el lunes.
“El Ayuntamiento está sorprendido por este repentino anuncio, pero se compromete a trabajar estrechamente con nuestros colegas, para comprender mejor los impactos de esta decisión y esforzarse por encontrar una solución que sea apropiada para nuestra comunidad, nuestros residentes y los muchos empleados que llaman a Florence de 8 a 12 horas por día”, se declaró en un comunicado.
La ciudad dijo que podría perder hasta tres mil 600 prisioneros y cientos de empleos cuando la instalación cierre, lo que equivale a un impacto de 1.3 millones.
Pero Florence dijo que está preocupada porque depende del trabajo de los reclusos para “ayudar a embellecer las calles y mantener el paisaje”.
‘Simplemente no podemos permitirnos cambiar repentinamente un interruptor y permitir que estos programas desaparezcan de nuestra región”, se lee en el comunicado.
La ciudad dijo que debido a la importancia histórica de la prisión estatal de Florencia, espera que el estado al menos considere convertirla en un museo.