El presidente, Donald Trump, ha explicado este viernes en una declaración oficial en su residencia de Mar-a-Lago, Florida: “Actuamos para detener una guerra, no para iniciarla”. Y aseguró a Irán que Estados Unidos “no busca un cambio de régimen”, pero “está listo y preparado para tomar cualquier decisión”
Explicaba así por primera vez el bombardeo aéreo que ordenó ayer en Bagdad, Irak y que acabó con la vida del máximo líder militar de Irán, Qasem Soleimani.
El Pentágono ha anunciado hoy el envío de tres mil soldados más a Medio Oriente, que se suman a los 650 que viajaron tras los ataques de esta semana a la embajada de Bagdad.
“Irán nunca ha ganado una guerra, pero nunca ha perdido una negociación”, ha escrito el presidente esta mañana. Luego ha añadido: “El general Qasem Soleimani ha matado o herido gravemente a miles de estadounidenses durante mucho tiempo, y estaba planeando matar a muchos más.
¡Pero fue atrapado! Era responsable directo o indirecto de la muerte de millones de persona, incluyendo recientemente la gran cantidad de MANIFESTANTES muertos en Irán. Aunque Irán no sea capaz de admitirlo como debe, Soleimani era odiado y temido dentro del país. Ni de lejos están tan apenados como los líderes harán creer al mundo. ¡Debería haber sido eliminado hace muchos años!”.
Fuentes del Departamento de Estado han indicado a la cadena NBC que Soleimani tenía planeado atacar contra diplomáticos, militares y bases estadounidenses en Irak, Siria, Líbano y otros países de Oriente Medio.
“Su régimen del terror ha acabado” ha dicho el presidente.
“Tengo un profundo respeto por el pueblo iraní”, ha dicho Trump en su discurso, “son personas notables con una herencia increíble y un potencial ilimitado. No buscamos un cambio de régimen, sin embargo, la agresión del régimen iraní en la región, incluido el uso de combatientes proxy para desestabilizar a sus vecinos, debe terminar y debe terminar ahora.
El futuro pertenece al pueblo de Irán. A aquellos que buscan la convivencia pacífica y la cooperación, no a los señores de la guerra terroristas que saquean a su nación para financiar el derramamiento de sangre en el extranjero. Estados Unidos tiene el mejor ejército del mundo. Tenemos la mejor inteligencia en el mundo.
Si hay estadounidenses amenazados en cualquier parte, ya tenemos identificados a esos sujetos y yo estoy listo y preparado para tomar cualquier acción necesaria y eso se refiere a Irán en particular”, afirmó Trump.
Rusia ha asegurado que el ataque está “plagado de graves consecuencias”; China dijo estar “muy preocupada”; y, en Irán, el líder religioso más poderoso, Ali Al Sistani, pidió prepararse “para tiempos difíciles”; y un asesor del líder supremo del país, el ayatola Ahmad Khatami, aseguró: “Le digo a los estadounidenses, especialmente a Trump, que nos tomaremos una revancha que convertirá la luz del día en la oscuridad de la noche”.
Trump se encuentra en su residencia de Mar-a-Lago, donde ha pasado las vacaciones de Navidad, y no ha regresado aún a la Casa Blanca.
Los mercados financieros estadounidenses reaccionaron con una fuerte caída a la noticia del ataque, pero queda por ver su evolución hoy, una vez vuelvan a operar.
El precio del petróleo se disparó ante los temores a un conflicto con Irán, puesto que aproximadamente el 20 por ciento del comercio mundial atraviesa el estrecho de Ormuz a merced de posibles ataques o bloqueos de Irán.
Este país es, además, uno de los principales productores mundiales.
Antes del ataque, previsiones para este año indicaban que la gasolina en Estados Unidos seguiría por debajo de los tres dólares por galón de media, como en años anteriores.
En Washington, varios políticos demócratas han condenado la decisión del presidente, entre ellos su principal rival, según los sondeos, de cara a las elecciones de noviembre e 2020.
El ex vicepresidente Joe Biden le ha acusado de arrojar “un cartucho de dinamita en un polvorín”, empujando a Estados Unidos “al borde de un conflicto de gran escala en todo el Medio Oriente”.
El senador por Vermont Bernie Sanders también candidato presidencial, dijo que “la peligrosa escalada de Trump nos acerca a otra guerra desastrosa en el Medio Oriente que podría costar innumerables vidas y miles de millones de dólares más”.
El Departamento de Defensa dijo que el ataque era porque “estaba desarrollando activamente planes para atacar a los diplomáticos y miembros del servicio estadounidenses en Irak y en toda la región”.
La senadora por Massachusetts y también candidata presidencial Elizabeth Warren lo llamó “un asesino, responsable de la muerte de miles, incluidos cientos de estadounidenses”. Pero calificó la decisión de Trump de “imprudente”.
La presidenta de la Cámara de los Representantes, la también demócrata Nancy Pelosi, dijo que “la prioridad número uno de los líderes de Estados Unidos es proteger sus vidas e intereses”, pero agregó que no se pueden en riesgo esas vidas “con acciones provocativas y desproporcionadas”.
Pelosi también exigió que el Congreso sea informado urgentemente sobre esta situación y remarcó que el ataque se llevó a cabo sin su autorización.
El secretario de Estado, Mike Pompeo, aseguró por su parte que los iraquíes “bailan por la felicidad” debido a que Soleimani, acusado de ejercer interferencias de Irán en ese país, “ya no está”.