Aunque los casos positivos de COVID-19 han aumentado a 27 y no han provocado muerte alguna, según datos del Departamento de Servicios de Salud de Arizona, el verdadero impacto de la pandemia han sido los daños colaterales como las compras de pánico y la debacle de la economía, con cierres generalizados de centros de trabajo, tras declararse estado de emergencia en Phoenix, Mesa, Tempe, Tucson y otras ciudades.

En éste caso, la comunidad hispana es la más afectada, pues son la base de la industria restaurantera, hotelera, de servicios y eventos, que ante la situación, se ha visto forzada a enviar a su personal a casa sin goce de sueldo.

Tras en anuncio del cierre de todas las escuelas en Arizona hasta el 27 de marzo, por parte del gobernador Doug Ducey y la superintendente de Instrucción Pública, Kathy Hoffman, las compras de pánico alcanzaron un nuevo nivel en el que las tiendas de autoservicio fueron vaciadas, provocando escases de productos de primera necesidad, una situación que se vivió en ambos lados de la frontera.

Algunas tiendas como Basha’s y Food City dispusieron de horarios especiales por la madrugada para que personas mayores de 65 años, que resultaban los más desprotegidos, pudieran realizar sus compras sin problema.

En algunas ciudades como Los Angeles se las compras de pánico se trasladaron a las armas, pues mientras unos buscaban protegerse de saqueos, otros veían la posibilidad de que aumenten los ataques de odio a minorías, sobre todo asiáticas.

En tanto el presidente Donald Trump anunciaba un plan de alivio económico para la clase trabajadora estadounidense, con el envío de dos cheques con cantidades por determinarse y entregarse en abril y mayo para aliviar la crisis provocada por el Coronavirus.

Al cierre de la edición se había acordado la restricción de la frontera con Canadá para cruces eminentemente necesarios y también se hablaba de la posibilidad de restringir el acceso de “tráfico no esencial” con México; igualmente se esperaba que la ciudad de Nueva York, la más grande y poblada del país fuera declarada en cuarentena y forzaría a sus habitantes a mantenerse en sus viviendas.

Emergencia

Además del cierre de escuelas, el gobernador Doug Ducey y la doctora Cara Christ, directora del Departamento de Servicios de Salud de Arizona, emitieron una nueva guía relacionada con establecimientos de comida, proveedores de cuidado infantil, hogares de ancianos y medidas adicionales de distanciamiento social, de acuerdo a las recomendaciones recientes de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), que recomienda cancelar o posponer reuniones de 10 o más personas.

Por su parte, la alcaldesa Kate Gallego declaró estado de emergencia y se ha pedido a los bares de Phoenix que cierren y a todos los restaurantes a ofrecer sólo servicio para llevar o entrega, sin una fecha de finalización oficial para estos cierres.

Las ciudades de Mesa y Tucson siguieron el ejemplo, al igual que otras poblaciones de el Valle del Sol.

“Esta no fue una decisión tomada a la ligera: entendemos que estamos hablando de los medios de vida de las personas, los servidores, camareros, cocineros y otros necesitarán nuestro apoyo durante este tiempo y todos los niveles gubernamentales deben ofrecer soluciones innovadoras para apoyar a nuestros negocios y residentes”, señaló Gallego.

“La prioridad es la salud y seguridad de nuestros residentes y esta decisión salvará vidas, he hablado con profesionales médicos que continúan reiterando que nuestro sistema no está preparado para un diluvio de pacientes con COVID-19, por eso debemos hacer lo posible para ayudar a detener la propagación de este virus”, finalizó Gallego.

El Ayuntamiento ha establecido y un contacto para los residentes que tengan preguntas relacionados con COVID-19 por medio de un correo electrónico a contactus@phoenix.gov o llamando al (602) 262-3111.

Derechos de empleados

El Procurador General Brnovich señaló que los empleados de Arizona tienen derechos durante el brote, que incluye el tiempo de enfermedad pagado obligatorio que se puede usar en medio de una emergencia de salud pública o para cuidar a un niño durante un cierre obligatorio de escuelas en todo el estado.

Para empleadores con 15 o más empleados: los empleados tienen derecho a acumular un mínimo de una hora de tiempo de enfermedad remunerado por cada 30 horas trabajadas, pero los empleados no tienen derecho a acumular o utilizar más de 40 horas de tiempo de enfermedad remunerado por año a menos que el empleador selecciona un límite superior.

Para empleadores con menos de 15 empleados: los empleados tienen derecho a acumular un mínimo de una hora de tiempo de enfermedad remunerado por cada 30 horas trabajadas, pero no tienen derecho a acumular o usar más de 24 horas de tiempo de enfermedad remunerado por año a menos que el empleador establezca un límite superior.

 

“Virus chino”…

Donald Trump dijo que su administración está “suspendiendo todas las ejecuciones hipotecarias y desalojos hasta finales de abril” para ayudar a los afectados por el virus.

El presidente también se refirió al coronavirus como “el virus chino” durante su sesión informativa, como lo había hecho en un tweet el miércoles por la mañana y otras veces en los últimos días. Cuando se le preguntó en la conferencia de prensa sobre su uso de la frase en medio de informes de reacción violenta contra los asiáticoamericanos debido al coronavirus, el presidente dijo que: “No es racista en absoluto… Viene de China, por eso”.

Muchos funcionarios, incluido el director de los CDC, han condenado la frase, diciendo que es inexacta y potencialmente dañina porque promueve asociaciones racistas entre el coronavirus y la gente de China.

Trump dijo en la sesión informativa que está activando la Agencia Federal de Manejo de Emergencias en todas las regiones del país para ayudar en la respuesta al coronavirus y que está desplegando dos naves hospitalarias de la Marina en California y Nueva York a medida que aumentan los casos de coronavirus en esos dos estados.

Trump anunció que Estados Unidos y Canadá habían acordado cerrar su frontera a todo el “tráfico no esencial” debido a la propagación del coronavirus y no se descartaba la misma acción con México.

 

Ayuda económica

El Departamento del Tesoro solicitará al Congreso 500 mil millones de dólares en pagos directos para los contribuyentes como parte de un paquete de estímulo de 1 billón para combatir los efectos económicos de la pandemia de coronavirus.

Las dos rondas de pagos directos a los contribuyentes, cada una con un total de 250 mil millones, se enviarían el 6 de abril y luego la segunda ronda se enviaría el 18 de mayo, según la propuesta.

Serían pagos con montos basados ​​en el nivel de ingresos y el tamaño de la familia, dice la propuesta y ambos pagos serían por la misma cantidad.

El Tesoro también está pidiendo 50 mil millones para la industria de las aerolíneas, un programa de préstamos para la interrupción de pequeñas empresas de 300 mil millones y 150 mil millones para otros sectores en dificultades, según la propuesta.

Inicialmente, Trump había favorecido un recorte de impuestos sobre la nómina para brindar alivio a los estadounidenses que luchan financieramente, pero varios legisladores han estado presionando por pagos directos a los estadounidenses.

La Casa Blanca expresó su apoyo  y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, dijo que Trump quería que los estadounidenses recibieran alivio lo antes posible.