Tras su odisea, decenas de jóvenes peruanos que trabajaban en Arizona pueden regresar a su país.

Finalmente, jóvenes peruanos que se encontraban varados en Arizona pudieron emprender el camino de regreso a casa, después de haber permanecido durante semanas aislados y en la incertidumbre.

Y es que el cierre de fronteras decretado por el Gobierno de Perú para frenar el avance del coronavirus los había dejado a su suerte a 30 jóvenes que estaban de intercambio en Arizona y que subsistieron de la caridad de las personas y el trabajo del cónsul honorario de ese país, el doctor Raúl Osorio.

Los 30 jóvenes de entre 18 y 25 años llegaron a Phoenix (Arizona) a través de Travel Work, un programa de intercambio para trabajar y aprender inglés, y que se ha visto afectado por la crisis del coronavirus y ha debido de parar, dejando a los jóvenes en situación de desempleo, sin ingresos y sin fecha de retorno a su país.

La reconocida empresaria Esperanza Luzcando, fue una de las impulsoras de la ayuda para los jóvenes, movilizándose a través de las redes sociales para conseguir apoyo a los jóvenes.

“Doy gracias a Dios por que cumplí con la promesa que le hice a una madre desesperada cuando llorando me pidió cuidar a su hija y que la ayude a regresar a casa y después de muchos días gestionando tocando puertas ,corazones y trabajando para que nuestros jóvenes compatriotas puedan regresar a casa por fin logramos nuestro objetivo ya están camino a sus hogares y aunque saben que serán días difíciles por la cuarentena, la alegría y el llanto de felicidad nos embargaba. Gracias a Dios por protegernos siempre y por poner en el camino gente buena dispuesta a ayudar a servir al prójimo”, dijo Luzcando, propietaria de El Chuyo Peruvian Restaurant.

De acuerdo a los consulados y a la Organización Política Peruana Estadounidense (PAPO-USA), en Estados Unidos hay miles de peruanos que no han podido retornar y piden ayuda humanitaria para poder ser repatriados de forma segura a su país de origen.

Estos jóvenes de pronto se vieron desamparados en Phoenix al ser despedidos de los hoteles en los que trabajaban a través del referido programa, de donde se fueron con algo de comida empaquetada, y desde entonces han contado con la ayuda de la comunidad local y compatriotas suyos, ya que no tenían dinero para alquilar un lugar.

Otra de las preocupaciones del grupo es que su visa J-1, que Estados Unidos otorga a los visitantes de intercambio que participan en los programas de promoción, vence el 15 de abril y temen quedarse a partir de ahí como ilegales en el país.

Esperanza Luzcando, la propietaria del restaurante de comida peruana “El Chullo en Arizona”, señaló que los jóvenes eran sus clientes y un día llegaron consternados a pedirle orientación para poder salir adelante ante la situación que enfrentaban.

“Se quedaron en la calle, y por medio de las redes sociales organicé a personas para ayudarlos, nos prestaron una casa donde se hospedan, conseguimos colchones inflables, cubrecamas, productos de aseos y estamos al pendientes que no les falte comida”, señaló.

Aseguró que los peruanos se encuentran bien de salud, ningún joven ha presentado síntomas de coronavirus y para su seguridad un doctor fue a evaluarlos a la vivienda, de la que no se les permite salir para evitar contagios y deben mantenerse en cuarentena.

“Fue todo un trabajo social, estoy muy contenta, los padres están más tranquilos al ver a sus hijos bien. La respuesta es increíble, no solo peruanos, nos han donado mexicanos, estadounidenses, puertorriqueños, así como restaurantes que nos patrocinan con comida”, expresó.