La alcaldesa Kate Gallego y los miembros del Concilio Municipal de Phoenix, en una votación de 7 a 2, ordenaron el uso de cubiertas faciales (máscaras cubrebocas) en la ciudad de Phoenix a partir del sábado 20 de junio de 2020.
El Ayuntamiento de Phoenix considera que usar una cubierta para la cara, en combinación con distancia física de seis pies y lavarse las manos con frecuencia, puede reducir el riesgo de propagar el virus COVID-19 cuando está en público y participa en las actividades necesarias.

“La propagación comunitaria se está acelerando en Arizona a velocidades que deberían preocupar a todos, se necesitará que toda la comunidad se una para proteger a todos los que viven, trabajan y juegan en nuestra ciudad. Los científicos dicen que usar una simple cubierta facial es algo que debemos hacer para frenar la propagación, y Phoenix está escuchando”, dijo la alcaldesa Kate Gallego.
Previamente se había anunciado la orden de utilizar obligatoriamente las cubiertas faciales en el transporte público, en una medida que se hará valer a partir del 1 de julio.
El requisito de cubrirse la boca aplica a todas las personas de seis años de edad en adelante, cuando dejan su hogar o residencia y se encuentran a menos de seis pies de otra persona que no sea miembro de su familia o miembro de su hogar.
Hay excepciones para aquellos que no deben usar una máscara para la cara debido a una condición médica o de salud mental, para aquellos cuyas creencias religiosas les impiden usar una máscara para la cara, para los clientes de restaurantes mientras comen, entre otros.
El Concilio dijo que la aplicación se enfocaría primero en la educación, pero eventualmente aquellos que no cumplan podrían recibir una multa de hasta $ 250 y la Policía comenzaría emitiendo una advertencia, el siguiente paso sería emitir una cita a Corte.
La jefe de policía Jeri Williams, quien asistió a la reunión en el concejo dijo que sus oficiales no iban a buscar personas que no llevaran máscaras. Pero agregó que dependiendo de cuán grande sea la multitud, en caso de que el incumplimiento, se vuelva notorio, un oficial llegará al lugar.
El 17 de junio de 2020, el gobernador de Arizona, Doug Ducey, emitió una orden ejecutiva que estipula que las ciudades de Arizona pueden adoptar políticas con respecto a los revestimientos faciales en público con el fin de mitigar la propagación de COVID-19. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) y el Departamento de Salud Pública de Arizona, recomiendan usar cubiertas faciales al interactuar con otras personas fuera del hogar, especialmente cuando hay muchas personas presentes, para evitar la propagación de COVID-19.
Según los CDC, un método de transmisión del virus es a través de gotitas respiratorias que las personas expulsan cuando respiran, tosen o estornudan. Las personas que son asintomáticas, o que tienen síntomas leves, aún pueden ser contagiosas.
La medida del cubrebocas obligatorio fue tomada ayer por el Ayuntamiento de Tempe y se espera que en las próximas horas más ciudades de Arizona se sumen a la ordenanza en aras de la salud pública y en busca de evitar un nuevo confinamiento.
Excepciones
– Para aquellos que caen en la guía de los CDC y que no deben usar coberturas faciales debido a una afección médica, afección de salud mental, discapacidad del desarrollo o están cubiertos por la Ley de Estadounidenses con Discapacidades
– Para niños menores de 6 años o para personas cuyas creencias religiosas les impiden cubrirse la cara.
– Para clientes de restaurantes mientras cenan o para personas que hacen ejercicio al aire libre o mientras caminan o hacen ejercicio con otras personas del mismo hogar, si se puede mantener el distanciamiento social de otros que no son miembros de su familia
– Por participar en deportes organizados en grupo o en equipo, ejercicio u otras actividades físicas donde no es factible usar una máscara o distancia social.
– En entornos donde no es práctico o factible usar una cubierta facial, incluso al obtener o prestar bienes o servicios, como la recepción de servicios dentales o tratamientos médicos.