Carlos Torres / Oscar Ramos
El Presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, estuvo en Arizona en una visita dentro de una iglesia que asegura tener la tecnología para eliminar el COVID-19 en el ambiente, esbozó esperanzas para los “dreamers”, se tomó la foto junto al muro fronterizo y tuvo evento desangelado, donde la nota la dio la Policía de Phoenix, lanzando gas pimienta a un reducido grupo de manifestantes.
El Departamento de Policía de Phoenix, asegura que los manifestantes agredieron a dos oficiales durante su manifestación, aunque los organizadores de “Black Lives Matter”, niegan el señalamiento.
Trump, ignoró los llamados a poner una buen ejemplo contra la creciente pandemia en Arizona, en ningún momento utilizó máscara y tras jactarse del muro fronterizo, llegó a Phoenix enfocado únicamente en su campaña de reelección.
Al interior del mitin trumpiano en la Iglesia de la Ciudad de los Sueños, el gobernador Doug Ducey se puso un cubre bocas con la bandera de Arizona, uno de los múy pocos en cumplir el protocolo y estuvo flanqueado por la senadora Martha McSally y la congresista Debbie Lesko.
Alrededor de 3,000 personas se apiñaron sin máscara y sin distancia, para escuchar al presidente hablar en un evento de “Estudiantes por Trump”.
Los fanáticos comenzaron a alinearse horas antes de que se les permitiera entrar, la mayoría no acatando la orden de la ciudad de usar máscaras en público para detener la propagación de COVID-19.
La alcaldesa de Phoenix, Kate Gallego, había recomendado cumplir con la ordenanza, aunque señaló que su gobierno se centraba en educar a las personas y no en multarlas.
Algunos dijeron que sentían que la amenaza del virus había sido exagerada por los medios de comunicación, o que estaban lo suficientemente saludables como para sobrevivir, pero a diferencia de muchos eventos de Trump antes de la pandemia, no había una gran multitud reunida afuera. Al igual que el fin de semana en Tulsa.
Bajo un calor abrasador que alcanzó los 107 grados (41,6 grados Celsius) en la tarde, varios cientos de manifestantes en contra de Trump se reunieron afuera, gritando y agitando carteles. Un grupo que cantaba “Black Lives Matter” marchó por la concurrida Cave Creek Road, escoltados por policías vestidos de civil y se reunieron con otros que protestaban frente a la entrada de la iglesia.
El “muro”
Trump llegó a Phoenix luego de una parada en San Luis, Arizona en las afueras, para mirar el muro fronterizo entre Estados Unidos y México el cual defendió, aunque también tuvo palabras para los “soñadores”, quienes recibieron una buena noticia la semana anterior cuando la Suprema Corte de Justicia descartó temporalmente la solicitud de la administración Trump de eliminar el programa DACA.
“Esos jóvenes van a tener muy buenas noticias dentro de pronto, lo que no han logrado los demócratas, lo vamos a lograr nosotros a su favor”, dijo sin dar más detalles.
Ducey preparó el escenario para la sesión fotográfica de Trump en la frontera entre Estados Unidos y México pareció culpar del reciente aumento de COVID-19 a los mexicanos que vienen a Arizona, pese a que la frontera ha permanecido cerrada desde abril.
Ducey habría indicado a la doctora Deborah Birx, la coordinadora del grupo de trabajo sobre coronavirus de Trump, “que el fuerte aumento de los casos de COVID, se debe en parte, a los mexicanos con ciudadanía estadounidense que cruza la frontera para obtener atención médica”, según los informes de la prensa nacional.
En un Tweet, Ducey, agradeció a Trump por hacer realidad la seguridad fronteriza y el apoyo a la Fuerza Táctica del Estado e intentó dejar de lado los crecientes números de coronavirus en el estado.
Arizona, está viendo tendencias inquietantes en varios puntos de referencia de virus, incluido el porcentaje de pruebas que dan positivo, pues la tasa estatal en un promedio de siete días del 20.4%, muy por encima de la media nacional del 8.4%, lo que significa que un brote está empeorando y los números no son sólo consecuencia de más pruebas realizadas.
Ducey levantó su orden de quedarse en casa en mayo, pero dijo que se debería mantener el distanciamiento social, pero aún así ha evitado castigar a cientos de bares y restaurantes en Scottsdale, que violaron las recomendaciones de salud y se negó a ordenar a las personas que usaran máscaras.
Tras las tendencias preocupantes, Ducey revirtió su posición la semana pasada y permitió que las ciudades y los condados impongan sus propios mandatos de máscara y la gran mayoría de las ciudades más importantes del estado, y los condados donde se encuentran, han emitido tales órdenes.