En pocas ocasiones conocemos lo que hay detrás de una figura pública como lo fue Walter Mercado y es interesante ver cómo es que este gran astrólogo vidente, conquisto más que un simple público televisivo a lo largo de cinco décadas. Ese público que en un inicio se interesaba más por ver su imagen que por conocer lo que realmente los astros querían decir.
Pero más allá de una simple predicción de acuerdo a tu signo zodiacal, siempre nos mostraba una transparencia en sus mensajes enviados por los astros de acuerdo a la posición de los planetas. Y con mucho respeto al creador, Walter nunca sobrepuso una voluntad en considerar sus dotes celestiales por arriba de Dios.
Es probable que la razón por la cual él tenía esa conexión con su público fue porque siempre se oponía a mostrar negatividad en sus mensajes; inclusive el mismo afirmaba: “Quien está con Dios no teme a nada”.
Como espectadores y consumidores a estos mensajes celestiales, muchos videntes han basado sus fortunas en predicciones cataclísmicas provocando intrigas de las cuales hacen una fama rápida y controversial. Walter Mercado nunca fue así.
El público dio vida a ese astrólogo que entraba todos los días en nuestros hogares por 15 minutos y terminaba brindando mucho, mucho amor, hasta que un día Walter dejo de verse en Televisión, y como era de esperar, rápidamente empezaron las especulaciones, ¿Que había sido de él? Parecía que el astrólogo se lo había tragado la tierra o se lo habían llevado los astros.
Algo que llama mucho la atención fue la construcción de esa imagen, como es que pretendía armonizar esos mensajes a través de sus vestuarios, pues para Walter las capas representaban el esplendor de su corazón por lo que tenían que verse despampanantes cargadas de colores, muy vistosas y con joyería incrustada.
Y sin importar el costo tan elevado de éstas, el famoso astrologó tenía que ser el centro de atención entre sus seguidores, sin embargo, sus expresiones, gestos, movimientos y comportamientos fueron muy aprovechados por comediantes que veían la oportunidad de imitarlo, y aun así nunca mostró molestia al ver cómo eran sus imitaciones.
Walter es sinónimo de una vida llena de amor y mensajes celestiales que nunca drenaron su energía en su paso por la tierra y como Dorian Grey, vio sus cuadros envejecer, pero su alma rejuvenecer.
Un último enigma que muchos quisieron conocer de él, fue: ¿Qué pasa cuando uno muere? Tal vez eso nunca lo sabremos, pero Walter si sabía que encontraría esa paz que tanto nos hizo saber a lo largo de los años.
Si algún día te encuentras en la ciudad de Miami, no olvides visitar el museo de Historia ahí podrás ver muchos accesorios que formaron parte de esta historia única de la Televisión Hispana para el mundo entero y si eres suscriptor de la plataforma digital Netflix podrás ver de este documental llamado Mucho Mucho Amor: La leyenda de Walter Mercado.