Arizona parece haber perdido el control y se ha convertido en un epicentro de la crisis del coronavirus a medida que el brote se ha expandido y en particular, infecta a más jóvenes y de hecho el gobernador Doug Ducey espera que los casos sólo aumenten durante las próximas semanas.
“No podemos tener la ilusión de que este virus desaparecerá por sí solo, tomará varias semanas para que las acciones que estamos implementando surtan efecto”, reconoció Ducey en su más reciente conferencia.
El Gobernador recomienda al público no salir de casa y usar cubrebocas y ordenó cerrar por 30 días parques acuáticos, cines, bares y gimnasios, a la vez que retrasó el regreso presencial a clases al 17 de agosto.
Pero ahora enfrenta más resistencia e incluso amenazas de demanda por parte de cadenas como Mountainside Fitness, una vez que finalmente se empezó a actuar contra aquellos que violaron las reglas para contener la propagación de la pandemia.
Sin embargo, las medidas parecen ser insuficientes y la comunidad médica está llamando al Gobernador a implementar otra orden de permanecer en casa.
Expertos en salud pública dicen que la crisis era predecible en Arizona, donde las ordenanzas locales de máscaras estaban prohibidas hasta que el gobernador Doug Ducey revirtió el curso y ahora implementa medidas desesperadas intentando no llegar a un nuevo cierre total.
Las acciones para detener la propagación del virus se han ampliado desde que Ducey permitió a los gobiernos locales imponer reglas más estrictas sobre el uso máscaras.
Pero los errores cometidos fueron que el estado comenzó a reabrir en momentos críticos, a pesar de la transmisión comunitaria y sin dar información, ni reglas claras, lo que llevó a la gran mayoría a creer que la pandemia había terminado.
Y es que se actuó rápido porque las protestas se estaban acumulando en el Capitolio Estatal por la orden de quedarse en casa de Ducey y los propios legisladores republicanos se comprometieron a invalidarlo.
Por su parte Donald Trump, presionaba a los gobernadores para abrir sus economías y venía a Arizona a recorrer una planta de Honeywell, por lo que el día anterior ala visita del Presidente, Ducey anunció planes para acelerar la reapertura, levantando las restricciones a los salones y peluquerías y permitiendo que los restaurantes reabrieran al público.
Récords, polarización y mitos
Al cierre de la edición, Arizona tuvo su más alto récord en un solo día, en nuevos casos, con 4,878 y en muertes, con 88, pero también en de camas de pacientes hospitalizados y ventiladores utilizados; se está alcanzando el punto de saturación.
La situación se ha vuelto insostenible para el Gobernador que primero tuvo que defender el derecho a reunirse durante la visita del presidente Donald Trump, con más de 3,000 personas en una iglesia cerrada y en su mayoría sin máscaras, pero a la siguiente semana limitó a menos de 50 las congregaciones públicas y siguiendo las ordenes de uso de máscara.
Los médicos temen que ahora haya menos aceptación por parte de un público cansado de restricciones y polarizado por una respuesta altamente partidista a la crisis de salud, en la que los seguidores de Trump no usan máscara de protección.
Scottsdale, había llegado a personificar el desprecio el distanciamiento social y uso las máscaras reglamentarias: las fotos y los videos de las empresas llenas se acumularon en las redes sociales, aun cuando Ducey, insistía en que la mayoría de las empresas se comportaban de manera responsable.
Según el doctor Anthony Fauci, los bares y lugares donde se tiene que alzar la voz, son sitios de mayores contagios, pues hay más expulsión de gotas de saliva, además de que se desinhibe el contacto físico; el especialista pronosticó que de seguir la tendencia, el país podría llegar hasta a 100,000 contagios diarios y hasta 180,000 muertes antes del otoño, cuando entre la época de influenza para agravar el problema de salud pública.
En las últimas semanas se desmintió el mito del calor y también el de la juventud: la edad media de los arizonenses muertos por COVID-19 disminuyó de 78, el 27 de abril a 69, el 14 de junio, según los de expertos de la Universidad Estatal de Arizona y la Universidad de Arizona y la edad promedio de los pacientes que dieron positivo para el virus cayó de 51, el 5 de abril a 39, a mediados de junio.
Si bien se sabe que las personas mayores tienen un mayor riesgo de contraer el virus, Arizona tiene tres veces más pruebas positivas entre las personas de 20 a 44 años que en cualquier otro grupo de edad, según datos estatales.