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Se ganaron el respeto

A pesar de quedar eliminados en La Burbuja, los Suns, demostraron tener futuro

Tanto nadar para morir en la orilla. Los Phoenix Suns, muy cuestionados cuando se anunció que estarían en la burbuja, fueron la sensación en Orlando, siendo el único equipo que ganó sus ocho partidos, pero se quedaron a un punto de colorarse al mini-playoff del Oeste.

Las victorias de Memphis y Portland, esta última sobreviviendo a un tiro de último segundo, dejaron fuera a los de Monty Williams, que llegaron con vida al último día (¿Qué tan improbable era esto? ESPN les daba menos de 1% de opciones de calificarse al comenzar la burbuja ), algo que nadie se hubiera imaginado al inicio de la burbuja, pero comenzaron la carrera demasiado atrás y quedaron fuera luego que los Trail Blazers ganaron un cardiáco partido a los Nets para mantenerse con vida.

Los Suns llegaron a Disney con marca de 26-39, a seis juegos del octavo lugar, Memphis; su cruz hasta antes de la pandemia fue que no podían ganar partidos cerrados. En partidos con diferencia de 5 puntos o menos con 5 minutos por jugar, terminaron con marca de 13-21. Muchas derrotas cerradas que con solo cambiar una, estarían dentro. Fueron rebasando rivales gracias a su buen juego y a un calendario que lucía complicado, pero las lesiones lo hicieron más sencillo

Vencieron a Washington, el otro invitado que nadie quería en Orlando y pronto quedó eliminado en el Este, a Dallas que venía de perder en tiempo extra con Houston, a los Clippers sin Lou Williams con un tiro de último segundo, a los Pacers que han estado sin Sabonis todo el torneo, a Miami sin Jimmy Butler, a OKC con medio equipo suplente en partidos en noches consecutivas, a los 76ers sin Ben Simmons y Joel Embiid, y a los Mavs sin Porzingis y con Doncic jugando solo la primera mitad.

Circunstancias que afectan, pero los Suns ganaron todos los partidos, pero se les agotó el tiempo.

Las 8 victorias consecutivas son su mejor racha desde el 2010, pero su itinerario en Orlando no contó con duelos ante los equipos que eventualmente les superaron, Portland y Memphis, y se quedan sin Playoffs por décima temporada consecutiva, pero se van de Disney con mucho aprendizaje y con esperanza de cara a la próxima campaña.

“Estoy muy orgulloso de este equipo. Podíamos haber encarado esta burbuja y esta oportunidad de otra manera, pero seguimos enfocados de inicio a fin, en los altos y bajos, todos tomamos responsabilidad y dimos grandes pasos y no solo en el básquetbol, sino como equipo”, declaró Devin Booker.

Se fue el equipo sensación de la burbuja, pero la mirada ya está puesta en la próxima temproada, donde pueden seriamente esperar que se acabe la sequía de Playoffs; el equipo parece finalmente tener las piezas para conseguirlo, aunque no es la primera vez que se dice esto tras los experimentos fallidos vía Draft (Dragan Bender, Alex Len y Marquese Chriss o las transferencias de Eric Bledsoe, Tyson Chandler y Brandon Knight.

Auténtica superestrella

Devin Booker ya no puede ser considerado un jugador que solo acumula números en un mal equipo, sino una auténtica superestrella y solo tiene 23 años: y lo mejor es que ya no todo depende de él.

Deandre Ayton mejoró sus números en su segundo año para promediar 18.4 puntos, 11.5 rebotes y 1.5 bloqueos, siendo una presencia intimidante en ambos lados de la duela y que ya va expandiendo su tiro al arco de tres puntos.

Siempre quedará la duda de qué pasaría si hubieran elegido a Luka Doncic, pero al menos tienen una dupla interesante de juego interno y externo y Ricky Rubio le permitió a Booker jugar más suelto.

Cameron Payne revivió su carrera con una ofensiva instantánea desde la banca, y tienen tres perimetrales de defensa, tiradores de triples y buenos recoress al aro en Cameron Johnson, Mikal Bridges y Kelly Oubre, quien no estuvo en Orlando por lesión, pero promedió 18.7 puntos por juego, la segunda mejor de su carrera, y todos tiraban arriba de 35% desde larga distancia.

En la temporada baja, tendrán que decidir que hacer con Jevon Carter, Aron Baynes, Dario Saric y Frank Kaminsky, que son agentes libres. El primero mostró ser un Patrick Beverly: una molestia en defensa y buen tiro de tres puntos. Bynes no jugó en Orlando, pero fue titular en 28 partidos antes de la pandemia y es una presencia veterana con experiencia en playoffs.

Saric y Kaminsky juegan de stretch 4, un complemento ideal para Ayton: postes que tienen tamaño para defender aceptablemente bien en la pintura, pero que en ataque pueden jugar detrás del arco y además pasan bien el balón, lo cual se vio en Orlando con los cortes de puerta de atrás que tantas veces explotó Phoenix.

“Se ganaron el respeto de la liga. Ahora, tenemos que construir esto. Queremos ser el equipo que controla su destino, es nuestro siguiente paso”, dijo el coach Monty Williams.

Los Suns no están entre los ocho mejores del Oeste desde 2010 y sólo los Kings tienen una sequía peor, ya que no lo hacen desde 2006, el último año de Rick Adelman en Sacramento, pero en Orlando levantaron la mano para ser considerados en el Oeste, que apunta a ser todavía más competido que de costumbre la próxima temporada con la vuelta de los Warriors, los TWolves de Towns y Russell, y los 13 equipos que estuvieron en la burbuja, que todos tienen planes de competir por Playoffs y no hay uno que claramente opte por la reconstrucción.