Alicia Navarro, una adolescente autista, desapareció de su casa en Glendale el 15 de septiembre de 2019 y un año después, su madre aún no tiene idea de dónde podría estar la joven de 15 años.

“El mensaje a los padres de familia es que el peligro es real y hay gente allá afuera que engaña a nuestros hijos, por lo que es necesario mantener una constante supervisión de sus redes sociales y comunicaciones”, dijo Jessica Núñez, tras una conferencia de prensa con la Policía de Glendale.

La mañana del 15 de septiembre Nuñez, encontró la puerta trasera entreabierta y también sillas en el patio trasero que creen que Alicia había usado para trepar por la pared; se había llevado su teléfono y su computadora portátil.

Pero dejó una nota que decía: “Me escapé. Volveré, lo juro. Lo siento”.

“Ella prometió que volvería y tengo fe en que volveré a verla y seguiré luchando el tiempo que sea necesario, aunque mi corazón de madre me dice que Alicia ya se debería haber comunicado, porque no es el tipo de niña que se escapa de casa”.

Aunque el caso ya se ha dado a conocer a nivel nacional y se encuentra en el radar del Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés), nada ha sido resuelto y su desaparición sigue siendo un misterio.

La Policía de Glendale reconoció que hay muy pocas pistas, en parte debido a que el teléfono de Alicia está apagado y no se ha usado desde que ella desapareció, por lo que no se puede rastrear su ubicación.

La policía ha dicho que ha recibido múltiples llamadas sobre supuestos avistamientos, pero nada ha resultado sólido todavía y pese a que se ha recurrido a una búsqueda y recursos a nivel nacional, nada ha prosperado.