Las políticas inmigratorias del gobierno de Donald Trump y el coronavirus amenazan con causar estragos en el hipismo estadounidense, generando una severa escasez de personal, según advierten figuras de esa actividad.
Pero preparadores y activistas dicen que el decreto de Trump que extiende la suspensión de la entrega de cierto tipo de visas de trabajo genera incertidumbre en un sector que depende en buena medida de la mano de obra inmigrante.
“No pienso seguir en este negocio, y mucho menos crecer, si no puedo contar con una mano de obra estable año tras año”, afirmó el preparador Dale Romans.
Romans, segundo en la tabla histórica de preparadores con más victorias en Churchill, dijo que el problema es sencillo: Si los extranjeros no pueden entrar al país y no hay interesados en tareas fundamentales como alimentar y atender a los caballos, “no hay nadie que haga el trabajo”.
La cantidad de trabajadores disponibles es difícil de calcular, lo mismo que el impacto del coronavirus. El sector usa el programa de visas H-2B para contratar inmigrantes legalmente, pero a menudo termina contratando extranjeros sin permiso de residencia ya que el cupo de 66.000 visas con frecuencia no alcanza para satisfacer sus necesidades. La suspensión se prolongó hasta fin de año y, combinada con la pandemia, hacen que resulte más complicado cruzar la frontera, donde se están registrando menos cruces ilegales que el año pasado.
En general los trabajadores migrantes son considerados gente muy confiable, que cuidadores y dueños de caballos contratan año tras año. Algunos dicen que los estadounidenses a menudo se van después de trabajar unos pocos días.
Los sueldos bajos son un problema, de acuerdo con Elisabeth Jensen, vicepresidenta del Proyecto de Educación Equina de Kentucky, una organización que apoya el sector hípico del estado.
“Estamos trabajando con los patrones para hacerles entender que las cosas no son como hace 20 años”, manifestó. “Compiten con Amazon y otra gente que puede ofrecer más dinero”.
Los peones de Churchill Downs contratados bajo el programa H-2B ganan unos 11,50 dólares la hora, según información del Departamento del Trabajo. Los empleados de Amazon ganan un mínimo de 15 dólares la hora. Ambos pagan más que el sueldo mínimo de Kentucky, que es de 7,25 dólares la hora.
Una escasez de personal puede tener consecuencias graves para el sector. La cantidad de trabajadores disponibles determina la cantidad de caballos que puede tener un cuidador. De esto depende a su vez la cantidad de caballos de cría que se pueden vender y al mismo tiempo la cantidad de caballos de carrera con que contarán los hipódromos.