Yasser Sánchez, abogado de inmigración reconocido en el Valle del Sol, siempre luchó por las causas conservadoras, no obstante las políticas del presidente Donald Trump lo hicieron renunciar a su partido, el Republicano, y convertirse en independiente.
Recientemente expresó su apoyo para el candidato presidencial Demócrata, Joe Biden, alguien que en el pasado había ayudado a combatir electoralmente, sobre todo en las campañas presidenciales de Mitt Romney y John McCainn.
“Se nos enseña a ser constantes, a ser básicamente lo opuesto a la forma en que él ha vivido su vida”, dijo Sánchez en relación a Donald Trump.
La opinión de Sánchez no es tan inusual como le gustaría a la campaña de Trump.
Si bien muchos votantes religiosos de tendencia conservadora se entusiasmaron con él hace mucho tiempo, Trump ha luchado por ganarse a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días.
Pero su inclinación por el lenguaje soez choca con la cultura de la iglesia que enseña la modestia y el autocontrol, y su política exterior aislacionista es un anatema para una fe que se extiende rápidamente por todo el mundo.
Con respecto a QAnon, el activista reconoció que la información que se comparte y las teorías de conspiración son “locuras inventadas por los seguidores de Donald Trump para ayudarlo a reelegirse”.
En la comunidad evangélica no ha ayudado el hecho que Trump haya mostrado una pelea con el senador Mitt Romney, republicano por Utah, entre los miembros más conocidos de la iglesia.
El senador electo de Utah, Mitt Romney, dice que la “conducta del presidente Donald Trump durante los últimos años … es evidencia de que el presidente no es apto para el cargo”.
Su posición se ha desplomado en varios estados fundamentales, incluido Arizona, donde los miembros de la fe constituyen el 6% de la población. Muchos están agrupados alrededor de Phoenix, áreas donde los republicanos han luchado por mantenerse firmes en la era Trump.