Carmen Heredia, madre de familia, inmigrante y líder en la comunidad hispana envió una carta al Presidente Donald Trump a propósito de su visita este lunes a Phoenix.

La misiva que fue enviada a la redacción de Prensa Arizona la noche del domingo, hace sentir su preocupación y desacuerdo por la política del actual Presidente de los Estados Unidos, en temas como el manejo de la pandemia de Covid-19, las oportunidades para las minorías en este país, así como el cómo la política desde la Casa Blanca ha sido dividir a la nación.

Aquí tenemos la carta en su totalidad:

Trump solo se centra en su principal preocupación: él mismo.

Por Carmen Heredia, madre inmigrante Latina y líder en la comunidad

Cada vez que se acerca una elección presidencial, mi familia y yo nos reunimos alrededor de la mesa para cenar y nos cuestionamos: “¿Estamos mejor que hace cuatro años?”

Nos preguntamos: ¿Si estamos más estables financieramente? ¿Si nuestros hijos tienen mejores caminos hacia las oportunidades del futuro? ¿Si nos sentimos más seguros en nuestras comunidades? Nos preguntamos ¿Si los líderes de nuestro país son honestos, tienen valores morales y son respetados?

Con las elecciones de noviembre a solo unas semanas de distancia, está claro que la respuesta a todas esas preguntas es un rotundo “no”. Y hay una persona a quien culpar: el presidente Trump.

Después de casi cuatro años, Trump ha fallado en todos los aspectos de su presidencia, y millones de familias en todo el país, al igual que la mía, están pagando el precio. Las consecuencias de un presidente caótico y egocéntrico se han sentido en cada comunidad y en cada rincón de nuestro estado.

Trump falló por completo en su respuesta a la pandemia COVID-19, que ha trastornado la economía y provocado miles de muertes innecesarias aquí en Arizona y en todo el país. Para mí y como para tantos, lo más difícil ha sido el efecto de la pandemia en la vida rutinaria, el despego social, el estrés en el trabajo, y el desorden de las vidas escolares de mis tres niños. Pero nada más duro que la muerte de nuestro Tío Javier debido al COVID-19, y los sustos de varios familiares y conocidos que han llegado a casi la muerte.

La pandemia ha afectado muy duro especialmente a la comunidad latina aquí en Arizona. Los latinos han contraído el virus de manera desproporcionada y han sido hospitalizados de manera desproporcionada. Las pruebas de desigualdad han significado que algunas familias han tenido que esperar en la fila durante más de 12 horas para recibir una prueba mientras se enfrentan al calor.

Y ahora sabemos por las propias palabras del presidente Trump que mintió al pueblo estadounidense y le restó importancia al coronavirus durante meses, por su afán de reelección, a pesar de saber que tan mortal era. Es un acto de traición perturbador.

Para empeorar las cosas, la crisis de salud pública está creando una crisis económica para nuestras comunidades. Las familias latinas en todo el estado son las más afectadas porque tienen que ir a trabajar y arriesgarse al contagio, o ya han perdido su trabajo. A diferencia del resto del país, trabajar desde casa no es una opción para más del 84% de los latinos.

Las pequeñas empresas son la columna vertebral de la economía de Arizona, especialmente en nuestras comunidades. Pero la caótica respuesta de Trump a la pandemia está borrando la riqueza de toda una generación de propietarios latinos de pequeñas empresas que han visto cómo sus vidas y sus medios de subsistencia han cambiado.

Sin embargo, en lugar de reconocer el dolor de las familias trabajadoras u honrar a la comunidad latina, Trump solo se centra en su principal preocupación: él mismo. Si bien Trump cita al mercado de valores para afirmar que la economía se está recuperando, sus amigos y las grandes corporaciones se están enriqueciendo mientras familias trabajadoras luchan por llegar a fin de mes.

Pero las mentiras y la traición de Trump a nuestra comunidad no ocurrieron en los últimos seis meses. Su ataque a la dignidad de los latinos comenzó el primer día de su campaña. Bajó esa escalera mecánica para apuntar a los inmigrantes mexicanos como criminales, narcotraficantes y violadores.

Su asalto no sólo se revela en la traición a los DREAMers, o en el perdón de un sheriff que ha aterrorizado a la comunidad latina, o en la construcción de un derroche de muro fronterizo – está en la falta de fondos para nuestras escuelas, en el ataque a nuestros sindicatos y en el abandono de puertorriqueños tras el huracán María. La estrategia de Trump es sembrar división, excluir a los latinos como menos que los estadounidenses.

Merecemos algo mejor.

Joe Biden no solo pondrá fin a los constantes ataques contra latinos e inmigrantes, sino que también tiene un plan para reconstruir mejor para las familias latinas. Tiene un plan para controlar el coronavirus para que podamos comenzar a reconstruir mejor nuestra economía y garantizar que nuestras comunidades puedan prosperar.

Joe Biden luchará para garantizar que la atención médica asequible y de calidad sea un derecho y aumentará el salario mínimo a $15 la hora para que los trabajadores latinos puedan mantener a sus familias. Sus inversiones en educación garantizarán que el código postal de una familia no determine el futuro de sus hijos. Y ha propuesto una política de inmigración que proporcionará un camino hacia la ciudadanía y restablecerá la dignidad y el respeto por los inmigrantes.

Merecemos un presidente que sepa que la comunidad latina es parte fundamental de la comunidad estadounidense y cree que nuestra diversidad es la fuente de la constante renovación y fortaleza de Estados Unidos. No queremos más a alguien que, buscando dividirnos, aviva el miedo y la división.

Por el bien de mi familia y mi comunidad, oró para que, cuando nos preguntemos nuevamente en cuatro años, “¿estamos mejor?”, podamos decir con confianza que “sí”. Sacar a Donald Trump de su cargo es el primer paso para hacer realidad esos días mejores por delante.