Una doctora de Houston que murió durante el fin de semana por COVID-19 tenía solo 28 años, Adeline Fagan estaba haciendo su residencia en Houston como obstetra-ginecóloga y estaba ayudando en la sala de emergencias durante la pandemia.
En julio dio positivo por COVID-19 y el sábado perdió la batalla contra la enfermedad.
“El sábado por la mañana temprano murió en los brazos de mis padres”, explicó su hermana Natalie Fagan. Cuando la joven de 28 años envió un mensaje de texto a su otra hermana, en julio, no tenía idea de lo enferma que estaba.
“Estoy empezando a no sentirme bien. Creo que ayer fuimos demasiado al gimnasio. Me duelen los músculos. Me duele la cabeza”, explica la Maureen Fagan.
Esa noche, la doctora Fagan no estaba trabajando en la sala de emergencias, estaba enferma en la sala de emergencias, dio positivo por COVID-19 y de pronto en la UCI con un ventilador.
“Fue entonces cuando empezamos a estar más sorprendidos de que Adeline tenga 28 años y no se esté recuperando como cabría esperar”, agrega Maureen.
La joven médico padecía asma, había tenido neumonía y por lo general, tardaba más que la mayoría en recuperarse de una enfermedad de las vías respiratorias superiores, pero por lo demás estaba sano.
Se acaba de graduar de la escuela de medicina en Nueva York el año pasado y estaba en el programa de residencia en un hospital de Houston. “Podías verla saltando por los pasillos cuando daba a luz a un bebé, cantando una canción, esa sería Adeline”, sonríe Maureen.
“Era una persona maravillosa. Si estabas con ella, siempre te hacía sentir especial”, agrega Natalie.
La doctora Fagan era la segunda mayor de cuatro hermanas y después de semanas de no respirar por sí misma, el viernes pareció mejorar.
“La parte más impactante fue que menos de 24 horas antes de la muerte de Adeline, ella se había desprendido de todas las máquinas”, dice Maureen.
Sin embargo, las hermanas del Dr. Fagan dicen que los anticoagulantes para evitar que se forme un coágulo probablemente causaron sangrado en su cerebro. Sus padres recibieron la llamada temprano en la mañana del hospital el sábado.
“Que ella no respondía”.
“Les dijeron a mis padres que podían operarla, pero que sería una oportunidad entre un millón de que sobreviviría a la cirugía e incluso si lo hiciera estaría en un estado vegetativo permanente”, explica Natalie.
Fagan había soñado con ser médico desde que tenía 5 años.
“Quería ayudar a la gente. Le encantaba hablar con la gente. Era una mariposa social”, dice Natalie.
Después de ayudar a muchas personas, incluidos los pacientes del COVID-19, se convirtió en uno y pasó a ser una víctima de la enfermedad que azota al mundo. Aunque, no sin antes dejar el tipo de legado que le haría decir a su papá: “Deberías ser una Adeline en este mundo, para tener siempre una sonrisa en la cara y una canción de Disney en los labios”.
HCA Hospital emitió la siguiente declaración: “Estamos desconsolados por el trágico fallecimiento de la Dra. Adeline Fagan. Nuestros corazones están con sus seres queridos, amigos y colegas. La Dra. Fagan tocó tantas vidas y siempre será recordada por su felicidad y hermosa sonrisa, así como su dedicación a las mamás y los bebés”.