Kyler Murray representó tres touchdowns en su primer juego en casa como profesional, Ezekiel Elliott preparó los dos primeros TD de Arizona con balones sueltos y los Cardinals vencieron a los Dallas Cowboys 38-10 el lunes por la noche.
El veloz mariscal de campo que ganó tres campeonatos de la escuela secundaria y un título Big 12 en la casa de los Cowboys mejoró a 7-0 como titular en el AT&T Stadium, lanzando para dos anotaciones a pesar de un comienzo difícil por el aire y corriendo para 74 yardas y una TD.
Fue el debut de “Monday Night Football” para Murray, una estrella en Texas obsesionado con el fútbol de la escuela secundaria mientras jugaba en los suburbios de Dallas, y Kliff Kingsbury, quien también tuvo un feliz primer viaje a su Texas natal como entrenador de la NFL.
Después de seis temporadas en Texas Tech en 2018 sin ningún récord de victorias en los 12 grandes juegos, Kingsbury fue contratado por Arizona poco después y tiene a los Cardinals (4-2) empatados en el segundo lugar en la difícil NFC Oeste. Arizona está por encima de .500 a estas alturas de la temporada por primera vez desde 2015, su año de playoffs más reciente.
Andy Dalton tuvo el resto de las cuatro pérdidas de balón de Dallas con dos intercepciones en su primera apertura para los Cowboys en lugar de la estrella lesionada Dak Prescott, justo en el camino de donde tuvo una carrera destacada en TCU.
El abridor de nueve años en Cincinnati lideró una victoria de regreso sobre los New York Giants en la Semana 5 luego de la espantosa fractura compuesta del tobillo derecho de Prescott. Esta vez no hubo nada parecido a un mitin.
Si bien la ofensiva de Dallas no se parecía en nada a la unidad líder de la NFL, fue con Prescott, y perdió al cuarto de sus cinco linieros ofensivos titulares proyectados en el cuatro veces All-Pro Zack Martin (conmoción cerebral en el primer cuarto): errores de Elliott condujo al quinto juego consecutivo en el que los Cowboys están perdidos por al menos dos touchdowns.
Los Cowboys (2-4) superaron dos de esos déficits, por lo que se les garantizó que permanecerían en el primer lugar en la lamentable NFC Este sin importar lo que sucedió en el último de tres juegos consecutivos en casa.