Un grupo de hombres armados despojó de su vehículo y pertenencias a una familia estadounidense mientras transitaban por la carretera Caborca-Puerto Lobos, durante el transcurso del día miércoles, quienes narraron lo sucedido a través de redes sociales.

De acuerdo con información del Diario El Sol de Hermosillo, la carretera de Caborca, de nueva cuenta volvió a ser protagonista de hechos violentos perpetrados por el crimen organizado, en esta ocasión, en contra de una pareja oriunda de Estados Unidos, durante su camino por la rúa, donde un grupo de hombres armados los despojaron de sus pertenencias y automóvil.

A través de su cuenta personal de Facebook, Natalie Lines Davis, la madre de familia afectada, narró que se encontraba en un hotel, ubicado en Puerto Peñasco, donde fueron resguardados por personas de su país y aprovechó para narrar lo sucedido, pues consideró que habían sido víctimas de algún cártel mexicano.

“Por lo que podemos deducir, debe haber sido alguien esperando en el lado de la carretera buscando la oportunidad perfecta. Habíamos estado viajando en nuestro Toyota Tundra TRD PRO 2017, junto con nuestro tráiler de 20 pies, una bicicleta de montaña de mi esposo, hieleras, así como nuestro equipaje y comida para varios días. Alrededor de las 6:00 p. m. un sedán gris se detuvo junto a la puerta del conductor y un hombre sacó un AK-47 y apuntó directamente a mi marido. Le ordenaron que se detuviera o que le dispararían. Inmediatamente mi marido se detuvo y le ordenaron salir del carro con una ametralladora aun apuntando a su cara”, contó.

After having some time to gather my thoughts, I decided to post my story here. This evening as my husband and I and our…

Publicado por Natalie Lines Davis en Miércoles, 7 de octubre de 2020

Asimismo, mencionó que junto a sus hijas se dirigieron hacia un campo cercano, pues uno de los implicados había abordado la unidad, donde les pidió que le entregaran sus teléfonos celulares.

Gracias a que Mason, su esposo, habla un poco de español, solicitó la ayuda de unos trabajadores de una mina, quienes los auxiliaron y trasladaron a un puesto de avanzada militar mexicano y fueron resguardados en un cuarto, donde pudieron hacer algunas llamadas a sus amistades, pues uno de sus vecinos es un agente activo de la CIA, a quien le brindó toda la información y se contactaron con el Consulado Americano, mismo que manifestó que la ayuda estaba en camino.