La pelea de exhibición de 8 asaltos entre Mike Tyson y Roy Jones Jr. el sábado terminó en empate.
Quince años después de retirarse, el excampeón de peso pesado se enfrentó a la leyenda del boxeo Jones Jr. en una pelea llamada «Frontline Battle». El Consejo Mundial de Boxeo (WBC, por sus siglas en inglés) respaldó, conmemoró y anotó el evento en vivo de cuatro horas en el Staples Center de Los Ángeles.
Los asaltos fueron 60 segundos más cortos de lo habitual, dos minutos, en lugar de tres, y la pelea fue sancionada por la Comisión Atlética del Estado de California.
Los pugilistas usaron guantes de 12 onzas sin ninguna protección.
El WBC utilizó un sistema de puntuación remoto para juzgar el desempeño de Tyson y Jones Jr. Tres campeones juzgaron y anotaron en cada asalto, con los criterios centrados en el estilo, la técnica, los golpes efectivos, la defensa efectiva y la agresividad efectiva.
Como se esperaba, la pelea, que dejó a Tyson un bolsa de 10 millones de dólares, y tres a Jones Jr., no generó “ningún tipo de emoción ni suspenso, con los dos púgiles sin que pudiesen intercambiar golpes de importancia”, señalan los medios.
Los funcionarios de la comisión de boxeo de Nevada habían declarado que la lucha entre Tyson y Jones Jr no consiste en presentar a los hombres peleando con todo su esfuerzo, sino en un “combate duro” para mostrar sus habilidades.
La exhibición formó parte de una extensa velada boxística desarrollada en Las Vegas y la información destaca que “a Tyson lo vimos salir explosivo, como siempre, pero por supuesto conteniendo los golpes y sin apenas mostrar aquel uppercut terrorífico del que hacía gala”.