Con un récord de 10,322 nuevos contagios y 48 muertes reportadas el martes por el Departamento de Salud de Arizona, nuevos temores se suman después de los festejos de Acción de Gracias y se prevé un posible colapso hospitalario en las próximas semanas, pero además se vislumbra la negativa de millones de personas a ponerse la vacuna contra el COVID-19.
En su más reciente conferencia, Doug Ducey apostó a la llegada de la vacuna como solución a la pandemia y aseguró que sería gratuita para maestros y trabajadores de la salud, sin embargo, tras la enorme campaña de desinformación que se ha propagado en las redes, hay millones de personas que no están dispuestas a ponérsela.
La opinión pública sobre las vacunas es mixta y sólo el 42 por ciento de los estadounidenses dijo que “sí” recibirían una vacuna Covid-19 cuando esté disponible, según una encuesta de YouGov publicada en agosto.
Ducey nuevamente evadió imponer más restricciones y anunció que se estarían reforzando las reglas contra aquellos negocios que no estén respetando el distanciamiento social y el uso de máscaras y las reuniones mayores de 50 personas.
También anunció 60 millones de dólares para la contratación de 500 enfermeras más en apoyo a los hospitales del estado.
En tanto, el Concilio del ayuntamiento de Tucson votó el martes por la noche para implementar un toque de queda de tres semanas en un esfuerzo por mitigar la propagación del coronavirus.
La orden entra en vigencia el viernes por la noche a partir de las 10 p.m. hasta las 5 a.m. hasta el 23 de diciembre y prohíbe a los residentes estar en calles o espacios públicos a menos que viajen al trabajo u otras actividades esenciales.
El doctor Joe Gerald, investigador de la Universidad de Arizona advirtió que el estado se enfrentará a una grave situación de coronavirus dentro de cuatro semanas si no se toman más medidas para frenar la propagación del virus.
El equipo de COVID de la Universidad de Arizona dijo que un cierre en casa de tres semanas y la implementación de un mandato de máscara en todo el estado serían buenos pasos para evitar que se empeore la situación en el estado.
El estado también ha permanecido parcialmente abierto desde mediados de mayo, aunque las métricas de COVID-19 han aumentado desde principios de octubre y han alcanzado niveles récord.
Banner Health, el sistema hospitalario más grande del estado, dijo la semana pasada que prevé alcanzar la capacidad de aumento a principios de diciembre.