El Departamento de Seguridad Pública de Arizona y el FBI están en alerta máxima en las capitales estatales, incluida la de Arizona, por las protestas armadas previas al Día de la Inauguración el próximo miércoles y más allá.

Las agencias están realizando evaluaciones de riesgo después de los ataques al Capitolio de Estados Unidos la semana pasada.

“Están tratando de averiguar cuál podría ser la amenaza, quiénes son las personas, en qué podrían estar involucrados y dónde podría ocurrir un ataque”, dijo Richard Bloom, director de Estudios de Terrorismo, Inteligencia y Seguridad en Embry- Universidad Aeronáutica Riddle en Prescott.

“Y luego lo están comparando con la vulnerabilidad”.

Bloom también dice que las protestas van mucho más allá del apoyo, u oposición, para quien sea presidente.

“Puede haber personas con creencias fuertemente arraigadas que son opuestas entre sí, que quieren participar en la violencia”, dijo. “La aplicación de la ley tiene un desafío bastante difícil en ese momento”.

Bloom agrega que los manifestantes pueden perder el control rápidamente cuando las pasiones se disparan. La mentalidad de la mafia podría prevalecer.

“Lo que sucedió el miércoles pasado no será la única vez que ocurra este tipo de cosas”, dijo.

En un comunicado, un portavoz de DPS confirmó que se han erigido cercas en el complejo del Capitolio del Estado para proteger la propiedad.

“Los procedimientos de seguridad en el Capitolio del Estado se mejoraron anteriormente, no para un evento específico, sino para garantizar la seguridad del público”, dijo Bart Graves.

“No podemos discutir más medidas de seguridad, pero siempre estamos monitoreando situaciones a nivel local y nacional”.