Los tiempos y las tendencias están cambiando y Arizona está a punto de cerrar la negra página de políticas antiinmigrantes como la SB1070 y una década después validar como identificaciones oficiales las Matriculas Consulares de México y Guatemala, tras su aprobación bipartidista en ambas cámaras de la legislatura estatal.
La propuesta enviada a Doug Ducey permitirá a las agencias gubernamentales estatales y locales aceptar las tarjetas de identificación consulares; aunque al cierre de la edición, el Gobernador no había firmado la ley, ya había expresado su simpatía por la medida que en años anteriores había sido desechada por los legisladores republicanos.
La oficialización de la Matricula Consular entraría en vigor a mediados de junio, a menos que el Gobernador tomara la muy improbable decisión de vetar la ley.
Jorge Mendoza Yescas, cónsul General de México en Phoenix, dijo que esto es importante para los ciudadanos de su país que se encuentran en Arizona.
“Tiene la misma validez que un pasaporte, entonces, cualquier cosa que puedan hacer con un pasaporte lo podrán hacer con una identificación consular”, dijo.
Pero el efecto más grande, sugirió Mendoza, puede ser sólo el hecho de que Arizona ha decidido revertir una década de políticas antiinmigrantes.
“Envía un mensaje muy importante de que Arizona está reconociendo las contribuciones de la comunidad mexicana en el estado y que una buena relación con México es prioridad”, dijo.
Tony Rivero, representante republicano de Peoria, jugó un papel fundamental al exponer el tema entre su bancada y considera de gran beneficio para la seguridad pública del estado que los inmigrantes mexicanos puedan tener una identificación oficial.
Fueron muchos años de lucha y una propuesta presentada por muchos legisladores demócratas como Catherine Miranda, César Chávez y muchos otros, pero una vez que algunos republicanos como David Cook y Rusty Bowers reconocieron la utilidad de la medida, pasó sin problemas en ambas cámaras.
El representante David Cook, republicano por Globe, quien patrocinó una de las versiones del proyecto de ley, dijo que hay razones prácticas, pues las fuerzas del orden tienen una necesidad particular de poder identificar a las personas que pueden ser parte de una investigación, incluidas las víctimas de delitos.
El senador Paul Boyer, republicano de Glendale, dijo por su parte que el cambio reconoce la relación entre los dos países y la votación bipartidista, 20-10 en el Senado y 41-18 en la Cámara, lo demuestra.
“México es nuestro socio comercial número uno y queremos fomentar las relaciones tanto como podamos”, dijo.
El presidente de la Cámara de Representantes, Rusty Bowers, republicano por Mesa, estuvo de acuerdo con la evaluación sobre la importancia de enviar un mensaje.
“De alguna manera, es como una demostración, Arizona necesita a las personas hispanas que viven aquí, es hacer lo correcto”, dijo.
Bowers explicó que ha visto un cambio en las actitudes entre los miembros de su propio partido: “No son ciegos”, dijo.
“Gran parte de nuestra plataforma coincide con los valores de los latinoamericanos, pero no nos acercamos, nunca mostramos que nos importa, que tenemos empatía por una situación”, explicó Bowers.
La Matrícula Consular
Es un documento emitido por gobiernos extranjeros para proporcionar un método para que sus ciudadanos se identifiquen mientras se encuentran en otro país.
Sólo se considerarán válidas aquellas tarjetas que incluyan técnicas de verificación de identidad biométrica, incluida una huella dactilar y un escaneo de retina, algo que cumplen las tarjetas que actualmente emiten México y Guatemala.
La prohibición de Arizona de reconocer el documento se remonta a 2011, el período durante el cual la legislatura controlada por los republicanos aprobó una serie de medidas antiinmigrantes como la SB 1070 y su requisito de que los oficiales de policía verificaran el estado migratorio de las personas si existiera una “sospecha razonable” de que estaba en el país ilegalmente.
Los detractores en su momento afirmaron falsamente que las personas que no estaban en este país legalmente usaban las matrículas para obtener trabajos y beneficios públicos e igualmente que eran demasiado fáciles de falsificar.