Mientras la afluencia de migrantes crece, la prensa nacional reporta que la administración Biden llegó a un acuerdo con México, Guatemala y Honduras para aumentar temporalmente la seguridad fronteriza en un esfuerzo por evitar que lleguen a suelo estadounidense.
Según la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Jen Psaki, México mantendrá un despliegue de alrededor de 10,000 soldados, mientras que Guatemala ha enviado 1,500 policías y militares a su frontera sur y Honduras 7,000 “para dispersar un gran contingente de migrantes”, desde su origen.
Guatemala instalará 12 puestos de control a lo largo de su ruta migratoria por el país, aunque las fuerzas de seguridad de los tres países han sido acusadas con frecuencia de utilizar una violencia excesiva contra los migrantes, extorsión y robo.
La Casa Blanca dijo que México, Guatemala y Honduras habían desplegando tropas en respuesta a una gran caravana de migrantes que se organizaba desde finales de marzo.
El acuerdo fue producto de “una serie de discusiones” entre funcionarios estadounidenses y los gobiernos de los tres países, ya que el aumento de migrantes en se ha convertido en uno de los principales desafíos que enfrenta Biden en los primeros meses de su primer mandato.
Los migrantes de Centroamérica y México huyen de la corrupción desenfrenada, el crimen organizado, así como del hambre provocada por la mala cosecha y el impacto del cambio climático; el derecho a solicitar asilo está consagrado en las leyes internacionales y estadounidenses.
Desafortunadamente, los intentos anteriormente militarizados para prevenir el movimiento en la región no han reducido el número de personas que viajan hacia el norte a través de México, sino que han obligado a los migrantes a tomar rutas más riesgosas a través de regiones remotas y los han expuesto a un mayor riesgo de robo, violación, secuestro y muerte.
Refugiados en hoteles
A medida que crece el número de familias migrantes que buscan asilo en el país y liberadas por el Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) algunos hoteles tanto de Phoenix como de Tucson estarán dándoles albergue temporal, mientras que se construye un refugio masivo tipo tienda de campaña y se espera que el gobierno federal reembolse los gastos generados.
Se informó que el Holiday Inn Express & Suites Phoenix / Chandler en Ahwatukee aceptará a más de 200 migrantes desde el viernes, y el SureStay by Best Western Phoenix Airport pondrá 142 camas disponibles a partir del 30 de abril.
La organización sin fines de lucro Endeavours administrará esos hoteles y brindará otros servicios para los migrantes bajo un contrato a corto plazo que tiene con ICE.
“ICE está comprometido a albergar a las familias de una manera consistente con los requisitos legales para la seguridad y el bienestar de los niños y sus padres o tutores”, dice un comunicado.
El contrato de casi $ 86.9 millones cubrirá 1,239 camas de hotel en Texas y Arizona para que los hoteles sirvan como Sitios de Recepción de Emergencias Familiares (EFRS) hasta el 30 de septiembre.
La estadía de los migrantes en los hoteles debe ser de corta duración, generalmente menos de 72 horas y se les proporcionarán actividades recreativas familiares apropiadas en cada habitación individual, comida, lavandería, orientación y atención psicológica.
También se les proporcionarán servicios legales y transporte a aeropuertos y estaciones de autobuses, además de una evaluación de salud integral, pruebas de COVID-19 y un lugar para poner en cuarentena a quienes den positivo.
Piden trato humano
La oficina de la senadora estadounidense Kyrsten Sinema dijo que se había enterado de los planes para tener varios hoteles a lo largo de la frontera suroeste, incluidos Chandler y Phoenix, que alberguen a familias migrantes.
“Se está trabajando para garantizar que la administración tome medidas significativas para apoyar a nuestras comunidades fronterizas y ONG, asegurar la frontera, prevenir la propagación del COVID-19 y tratar a todos los migrantes y niños no acompañados de manera justa y humanamente; se ha pedido al secretario de Seguridad Nacional Alejandro Mayorkas que proporcione más recursos en Arizona para manejar el flujo de migrantes”, dice el comunicado.
El gobierno federal está buscando formas de albergar a las familias y a los niños no acompañados y en Tucson y están construyendo una instalación similar a una carpa programada para abrir a fines de abril o principios de mayo, debido a las restricciones por la pandemia, se espera albergar a un máximo de 200 personas y será similar construida en Yuma en 2019, con aire acondicionado y se les proveerá comida y ropa.