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Arrestan a guardia de seguridad por dispararle a una persona por la espalda afuera de club nocturno

Un guardia de seguridad está acusado de disparar y matar a un hombre en Phoenix el domingo por la mañana temprano, y luego mentir a la policía sobre lo sucedido.

El tiroteo ocurrió poco después de la 1:30 a.m. cerca de la 27th Avenue y Bethany Home Road en el Club Silverado. Cuando llegaron los agentes, encontraron a un hombre al que habían disparado. El hombre, identificado como Ruben Sekiseka, de 29 años, murió en el lugar.

Los investigadores dicen que Serafín Chávez, de 34 años, trabajaba como guardia de seguridad armado y había estado escoltando a Sekisaka después de terminar una supuesta pelea en un bar. Según el papeleo de la corte, Chávez primero dijo a los investigadores que Sekiska se disparó mientras intentaba escapar y tropezó. Pero durante la investigación, los detectives se enteraron de que Chávez presuntamente había disparado contra Sekisaka. Otro guardia de seguridad estaba afuera ayudando a escoltar a otras personas fuera del bar y le dijo a la policía que vio a Sekiseka sosteniendo una pistola y apuntándola a las personas cerca del bar. El guardia dijo que él y Chávez sacaron sus armas, y luego, Sekisaka guardó la pistola en su cintura y comenzó a alejarse.

Según el guardia de seguridad, Chávez empujó a Sekisaka dos veces en el costado mientras se alejaba. Sekisaka dio media vuelta y corrió hacia el norte, y fue entonces cuando dice que Chávez le disparó por la espalda. Otro testigo dijo a los detectives que vieron a un guardia de seguridad dispararle a Sekiseka por la espalda mientras se alejaba de ese bar.

 

El video de vigilancia del club confirmó lo que el guardia de seguridad y un testigo le dijeron a la policía, según el papeleo policial. También mostró a Chávez recogiendo algo de la tapa del maletero o del área de la ventana trasera de un automóvil gris y alejándose. La policía dice que Chávez escondió el casquillo de la bala gastado de su arma antes de que llegaran los oficiales.

 

Cuando los detectives confrontaron a Chávez por el video y la ocultación de pruebas, admitió haber recogido la carcasa y haberla puesto en la tapa de un bote de basura frente a la tienda al norte del club. Dijo que hizo esto porque “la persona que le enseñó a disparar le dijo que ocultara pruebas de un tiroteo” y que estaba asustado y no quería ir a la cárcel.

Chávez fue arrestado e ingresado en la cárcel del condado de Maricopa. Chávez enfrenta cargos de asesinato en segundo grado y manipulación de pruebas.