Los meses de agosto y septiembre serán difíciles para Arizona en medio del aumento de casos de COVID-19, especialmente en las escuelas del estado, según expertos en salud pública de la Universidad de Arizona.
Los investigadores publicaron su perspectiva más reciente del brote de enfermedad COVID-19 el viernes y muestra que el estado se dirige a otro brote como el visto a principios de junio de 2020.
De hecho, la tasa de transmisión de este verano está superando al del verano pasado, según el informe.
“En esta época del año pasado, las tasas de COVID-19 fueron más bajas, 116 frente a 195 casos por cada 100,000 residentes por semana, y estaban mejorando, -40 frente a +51 casos por cada 100,000 residentes por semana, por lo tanto, agosto y septiembre se están preparando para ser meses realmente difíciles. Se espera que las escuelas impulsen más el aumento”, dice el informe. “
“La reanudación de la instrucción en persona en las escuelas y universidades K-12 en agosto conducirá a frecuentes brotes asociados a la escuela e indudablemente aumentará la transmisión comunitaria sin mandatos de vacunas o mascarillas, pruebas de vigilancia semanales y ventilación adecuada”, dijeron los investigadores.
El aumento de enfermedades por COVID-19 dentro de las escuelas se puede atribuir en gran medida a la reciente ley de Arizona que prohibía a las escuelas implementar mandatos de máscaras dentro de sus edificios, según el investigador y director de programas de la política y gestión de salud pública de la universidad, Joe Gerald.
“El gobernador Ducey, con la ayuda de la legislatura, maniató a las escuelas de educación básica (K-12) y universidades, tomó nuestro dinero para el almuerzo y nos desafió a hacer algo al respecto. Parece que se saldrán con la suya una vez más”, dijo Gerald en un correo electrónico que distribuyó el informe.
El estado ahora está experimentando altos niveles de transmisión que se mantendrán durante las próximas semanas, según las perspectivas.
Los nuevos casos dentro de Arizona se estaban diagnosticando a una tasa de 195 casos por cada 100,000 residentes por semana a partir del 1 de agosto, y esa tasa aumentó a 51 casos por cada 100,000 residentes por semana.
“Arizona ahora está experimentando 50 muertes por semana. Esta cantidad aumentará en las próximas semanas y casi con certeza superará las 100 por semana para fines de agosto”, augura el informe.
Las tasas de pruebas para el virus también han aumentado, y la positividad de las pruebas entre las pruebas de PCR aumentó al 25% la semana pasada.