Arizona superó 1 millón de casos de COVID-19, convirtiéndose en el decimotercer estado en alcanzar el sombrío hito, mientras lidia con otro aumento importante en las infecciones y se acerca a las 19 mil muertes, en medio una incomprensible guerra política.

Arizona pasó de ser promocionada como una historia de éxito pandémico a “el punto caliente del mundo” y luego nuevamente un modelo, cuando las vacunas estuvieron disponibles. Pero ahora está lidiando con un aumento repentino, en su mayoría de personas no vacunadas y conflictos sobre los mandatos de máscaras y vacunas.

Ocupa el puesto 13 a nivel nacional en la cantidad de casos por cada 100,000 residentes, según el Rastreador de datos COVID de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Arizona sigue lejos de alcanzar la inmunidad colectiva, con apenas un 48 por ciento de la población (3.49 millones) completamente vacunada y 7.59 millones con al menos una dosis; el proceso se ha estancado desde hace alrededor de 3 meses.

Mientras la guerra política de los antivacunas y antimáscaras continúa, los hospitales han advertido un enorme repunte en las hospitalizaciones, pero ésta vez de personas más jóvenes, incluyendo niños.

En tanto la polémica continúa entre los Distritos Escolares que han impuesto mandatos para el uso de cubrebocas y la ley estatal promulgada para evitarlos, conflicto que incluso llegó a los tribunales, que por el momento determinaron que la legislatura no ha entrado en efecto y por lo tanto las escuelas no están violando la ley al intentar proteger a estudiantes y personal.

Actualmente se han detectado 166 escuelas en el condado con brotes activos.

“Eso es algo que nunca habíamos visto antes, las escuelas que no tienen requisitos de mascarilla tienen el doble de probabilidades de tener un brote que las que si lo implementan”, dijo la Dra. Rebecca Sunenshine, directora de salud del condado de Maricopa.

La superintendente Hoffman dijo que cree que los límites que se imponen a los distritos escolares que restringen las estrategias de mitigación son los culpables. “No es información nueva para mí, el Departamento de Salud de Arizona y de todos los condados han estado recomendando el enmascaramiento como una forma de detener la propagación de COVID-19, ya que se transmite por el aire, pero esto se ha vuelto demasiado político”, dijo Hoffman.

“Durante todo el verano, nuestras escuelas se prepararon para dar la bienvenida a sus estudiantes después de un año difícil marcado por la inestabilidad y la pérdida. Ahora, debido a decisiones tomadas por políticos, no por expertos en salud pública, Arizona se enfrenta a otra oleada mortal de COVID-19 impulsada por la variante Delta más contagiosa”, agregó la Superintendente de Instrucción Pública.

El gobernador Doug Ducey ha dicho que está en contra del mandato pero a favor de la decisión de los padres sobre las máscaras.