Gabrielle Giffords, la excongresista de Arizona que se vio obligada a renunciar a su prometedora carrera política cuando quedó discapacitada en un intento de asesinato en 2011, anunció el sábado que dejaba el hospital después de recibir tratamiento por apendicitis.
Giffords dijo en Twitter que estaba “contenta de que solo sea apendicitis” y que estaba agradecida con sus amigos, familiares, equipo médico y su esposo, el senador Mark Kelly.
La oficina del demócrata de Arizona anunció el miércoles que la esposa de Kelly había ingresado en un hospital y que él regresaba a Arizona para estar con ella.