La Casa de Representantes de Arizona votó para expulsar a la diputada republicana Liz Harris, identificada con el movimiento MAGA, por permitir que un testigo hiciera acusaciones de soborno de gran alcance durante una audiencia sobre reformas electorales, en febrero.
La resolución para expulsar a Harris fue aprobada por 46-13 votos y se necesitaba un mínimo de 40 votos, dos tercios de la Cámara controlada por el Partido Republicano, para ser aprobada; la votación de la cámara completa se produce un día después de que el Comité de Ética de la Cámara publicara un informe que decía que Harris dañó “la integridad de la Cámara” con sus acciones.
Tras la resolución queda vacante el escaño del Distrito 13 del sureste del Valle.
Durante su presentación del 23 de febrero en una audiencia organizada por Harris, Jaqueline Breger acusó a una gran cantidad de políticos de ambos partidos entre ellos la gobernadora Katie Hobbs y el líder de la legislatura, Ben Toma, jueces y funcionarios públicos de aceptar sobornos de cártel de Sinaloa.
Por ello representante demócrata Stephanie Stahl Hamilton presentó una queja de ética contra Harris el 6 de marzo y el Comité de Ética celebró una audiencia probatoria el 30 de marzo.
“El Comité concluye por unanimidad que el Representante Harris cometió un comportamiento desordenado, violando así la Regla 1 de las Reglas de la Cámara de Representantes de Arizona y dañando la integridad de la Cámara”, dice el informe del panel de ética.
“Este es un día triste para nuestra institución. Pero es un día necesario. Ha habido un daño real en la vida y la reputación de personas que no lo merecían. Lo que es más importante, se ha puesto en peligro la integridad de esta Cámara”, dijo el líder demócrata de la Cámara, Andrés Cano.
“La desinformación, las mentiras y las conspiraciones no son inofensivas, y no es solo política. Las acusaciones difamatorias que la Representante Harris invitó a hacer a su orador invitado son evidentemente absurdas, pero hay muchas personas que las creen. Creen las mentiras y continúan amenazando con represalias porque las cuestionamos. Creen esas mentiras porque una representante estatal, como Liz Harris, las planteó y legitimó en una audiencia legislativa televisada, donde los medios partidistas y las personas influyentes en las redes sociales las mencionaron de inmediato, y luego felicitó a su oradora invitada como ‘valiente’ por su presentación”, agregó.
Miembros de la casa de representantes señalaron que las acciones de Harris fueron imprudentes e impropias de cualquier funcionario electo; las repercusiones de este comportamiento fueron incomprensibles y esperan que esta acción ayude a restaurar la integridad y el honor de esta Cámara.
Que no hizo nada malo…
La representante republicana Liz Harris no cree que se hayan realizado “acusaciones penales directas” durante una reunión del comité que ella organizó en la que una oradora acusó a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días y a una larga lista de funcionarios locales y estatales de estar involucrados en un esquema de lavado de dinero ilícito orquestado por el cártel de la droga de Sinaloa.
Breger acusó a la iglesia, la gobernadora Katie Hobbs y el presidente republicano de la Cámara de Representantes, Ben Toma, de participar en un esquema de lavado de dinero y escritura de vivienda junto con el cartel mexicano de la droga.
Durante más de 40 minutos Breger hizo afirmaciones escandalosas sobre varios funcionarios y miembros de la legislatura, acusándolos de fraude electoral además de lavado de dinero.
Para respaldar sus afirmaciones, Breger señaló un libro de su novio, John Thaler, y una gran cantidad de documentos que aparentemente usó para documentarse.
Los medios de comunicación radicales del movimiento trumpista ayudaron a que las afirmaciones infundadas de Breger y Thaler se extendieran como un reguero de pólvora por todo el país después de la reunión, lo que provocó que muchos republicanos en la legislatura se distanciaran del testimonio, incluidos Toma y el presidente del Senado, Warren Peterson.