Días después de haber prometido un camino a la ciudadanía para los “soñadores”, la administración Trump anunció que continuará desafiando a las cortes que determinaron la restauración completa de la Acción Diferida para Llegados en Infancia (DACA, por sus siglas en inglés) y ha decidido ignorar la decisión de la Corte Suprema, rechazando la autoridad del poder judicial.

El juez Paul Grimm obligó a la administración a restablecer DACA y requería que el Departamento de Seguridad Nacional (DHS) permitiera a los beneficiarios renovar su estado por dos años, aceptar nuevos solicitantes y restablecer la “libertad condicional anticipada”, que permite viajar fuera del país.

Pero la agencia sostuvo que rechazaría a los nuevos solicitantes y también se negó a aceptar renovaciones de DACA o restablecer la libertad condicional anticipada.

El secretario interino del DHS, Chad Wolf, declaró que no aceptaría nuevas solicitudes y solo otorgaría extensiones de un año a los beneficiarios actuales “caso por caso” y también negará la libertad condicional anticipada “en ausencia de circunstancias excepcionales”.

“Estos límites a soñadores son completamente contradictorias a la decisión a favor de los soñadores por la Corte Suprema, nunca en mis quince años trabajando con la comunidad he visto un ataque como este hacia la comunidad inmigrante”, dijo el abogado y activista Yasser Sánchez.

Donald Trump intentó por primera vez rescindir DACA en septiembre de 2017, despojar a sus beneficiarios de los permisos de trabajo y someterlos a la deportación, pero en junio, la Corte Suprema dictaminó que las acciones de la administración fueron “arbitrarias y caprichosas” y por lo tanto, “dejaron de lado” su derogación.

“El día que perdió La Casa Blanca su caso, debieron empezar a abrir a nuevas aplicaciones tanto de DACA como de permisos para viajar, la ley es clara, pero esta administración cancelará en los próximos 90 días el proceso de DACA en una violación drástica a la ley. Habrá más demandas, pero se tardarán”, señaló Yasser Sánchez.

Wolf presentó estas nuevas reglas como “cambios provisionales”, mientras que el DHS decide cómo revocar DACA legalmente; ciertamente, la agencia puede volver a la mesa de diseño e idear un nuevo método para matar el programa, pero ni la decisión de la Corte Suprema ni la orden de Grimm le dieron a Wolf el poder de “limitar el alcance de DACA durante ese lapso”.

Esta nueva política es un desafío descarado a un fallo de un tribunal federal y la propia Corte Suprema y conocedores la califican como “un plan de dos pasos para matar a DACA, mientras se finge lo contrario”.

“Vemos que el Presidente un día le dice a Noticias Telemundo que abrirán un camino a la ciudadanía a los soñadores y luego actúa de manera contraria a lo que indica el tribunal, no debemos caer en los trucos políticos y las mentiras de Trump”, dijo Erika Andiola, una soñadora y miembro de Raices, una organización de defensa de inmigrantes.