Un juez de la Corte Suprema de Arizona desestimó la demanda de votación de la presidenta del Partido Republicano de Arizona, Kelli Ward, que buscaba revertir los resultados certificados de las elecciones presidenciales en el estado.

La Corte Suprema afirmó un fallo anterior de que el juez del Condado de Maricopa no abusó de su poder al denegar la solicitud de continuar la audiencia y permitir una inspección adicional de más papeletas.

El tribunal señaló que la demanda no presentó evidencia de mala conducta, votos ilegales o cualquier forma de fraude electoral que socavaría los resultados de las elecciones.

También confirmó que los 11 votos electorales del estado serán para el presidente electo Joe Biden.

“Si bien la decisión de hoy no es lo que buscaban quienes valoran y reconocen la importancia de la transparencia e integridad de las elecciones, tenga la seguridad de que la lucha para restaurar esa confianza corroída continuará”, dijo Ward en un comunicado del Partido Republicano de Arizona.

Un juez de la Corte Superior del condado de Maricopa ya había dictaminado que Ward no pudo probar el fraude en su impugnación de los resultados de las elecciones en el área metropolitana de Phoenix y que la evidencia presentada en el juicio no revertiría la derrota del presidente Donald Trump.

Como parte de esos procedimientos, una muestra ordenada por la corte de 1,626 boletas duplicadas encontró que Trump perdió siete votos debido a errores en el procesamiento de las boletas.

Scott Jarrett, director del Día de las Elecciones y la votación de emergencia del Condado de Maricopa, dijo en la corte el jueves que Trump podría haber perdido 103 votos si la tasa de error se extrapolara a las 27,800 boletas duplicadas en el Condado, lo que no es suficiente para cambiar el resultado.

La demanda de Ward es una de las seis impugnaciones electorales en el Condado de Maricopa que fueron desestimadas, incluida una por el Partido Republicano del estado que buscaba determinar si las máquinas de votación fueron pirateadas.

Al cierre de la edición, un desafío electoral seguía pendiente en Arizona, alegando que sus sistemas electorales tienen fallas de seguridad que permiten que los trabajadores electorales y países extranjeros manipulen los resultados.

Se esperaba que un juez emita una decisión también desestimando el caso, debido a la falta de evidencias, como en todos los procesos de alegatos de fraude.

El 30 de noviembre, los dos principales funcionarios electos republicanos de Arizona, el gobernador Doug Ducey y el fiscal general Mark Brnovich, firmaron la certificación electoral de la secretaria de Estado demócrata Katie Hobbs.

Los resultados certificados mostraron que Biden ganó Arizona por más de 10,000 votos para reclamar los 11 votos electorales del estado, para que Biden ganará la presidencia por un margen de 306-232 cuando el Colegio Electoral se reúna el 14 de diciembre.

La toma de protesta de Biden está programada para el 20 de enero.

Biden ganó en el condado de Maricopa, la región más poblada del estado, por más de 45,000 votos, al convertirse en el primer candidato presidencial demócrata en ganar Arizona desde 1996.

El fiscal general de los Estados Unidos, William Barr, ha dicho que el Departamento de Justicia no ha descubierto evidencia de un fraude electoral generalizado que cambie el resultado de las elecciones.

A nivel nacional, ni una sola denuncia de fraude ha tenido éxito en las cortes, incluida la Suprema Corte de Justicia de los Estados Unidos, que rechazó escuchar los argumentos en el caso del estado de Pensilvania.