En caso de persecución, toda persona tiene derecho a pedir asilo a cualquier país. Pero, subraya el jurista, no es lo mismo el derecho de buscar asilo que obtenerlo.

La “Declaración sobre Asilo Territorial” del 14 de diciembre de 1967, significó un empeño más amplio sobre el Derecho de Asilo, como señala el artículo 14 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, toda vez que se considera acto pacífico y humanitario, por lo tanto, el Derecho de Asilo nunca debe ser considerado como inamistoso por otros Estados.

La política exterior de nuestro país sobre el Derecho de Asilo, es reconocida y respetada por los 194 Estados que forman parte de las Naciones Unidas, con excepción de El Vaticano, que tiene el rol de Estado Observador.

En ese sentido, el presidente, López Obrador, de repente y sin que nadie le solicitara, ofreció ese derecho humano a Julian Assange, periodista confinado en una prisión de máxima seguridad en Inglaterra.

Para tal efecto, anuncio en su programa de medios, que instruiría al Canciller Ebrard, a fin de que tramitara ante las autoridades inglesas, el Asilo Territorial al que tiene derecho el ciudadano australiano, Julian Assange, personaje que ya es nota diaria, a nivel mundial, desde que una jueza decidió no extraditarlo a Estados Unidos por razones de salud mental, toda vez que el periodista padece grave depresión, por lo que correría el riesgo de suicidarse si es recluido en una prisión de Estados Unidos de alta seguridad con sistemas extremos que, en algunos casos, han enloquecido a los prisioneros.

La decisión de la jueza, en una primera instancia, otorga el plazo de 30 días a la contraparte estadounidense para poder apelar la decisión.

Daniel Assange, perseguido, encarcelado y asilado en la embajada de Ecuador en Londres, merced al asilo que le otorgó el entonces presidente de ecuador, Rafael Correa.

Al término de su mandato, el Presidente, Lenin Moreno, sucesor de Correa, lo entregó a los agentes ingleses, después de casi 7 años (2487 días) de estar recluido en una habitación con caminadora para ejercicio, ducha, horno de microondas y lámpara de luz solar.

Por declaraciones políticas del asilado que molestaron al gobierno de Lenin Moreno, el mandatario decidió entregarlo a las autoridades inglesas que lo sacaron a rastras de la Embajada de Ecuador en Lóndres.

De tal suerte que, Daniel Assange, periodista que revelómiles de datos secretos de los gobiernos de George Bush y Barack Obama, que revelaron las barbaridades cometidas por las fuerzas militares de Estados Unidos en Irak, como los bombardeos sobre poblaciones civiles y helicópteros militares disparando contra dos periodistas de la Agencia Reuter, en el 2007, más los cables que filtro, en WikiLeaks, sobre México, detallando como y cuando el General Galván Galván, Secretario de la Defensa Nacional, durante el gobierno del Presidente Felipe Calderón, sostuvo reuniones con el director de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Dennis Blair, proponiéndo invocar el artículo 29 constitucional, a fin de decretar el “Estado de excepción”, en varias regiones de la República, lo que le daría una cobertura legal más sólida a los militares en su lucha contra el crimen organizado”; según lo detalla el informe 231890, clasificado como secreto por el Secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, quien lo detuvo una vez que lo examino con el presidente, Felipe Calderón.

El delicado asunto no termino ahí, cuando Hillary Clinton fue nombrada Secretaria de Estado, le solicitó al embajador de Estados Unidos en México, Carlos Pascual, que investigara al presidente, Felipe Calderón, sobre su conducta política y personal.

En el libro, “México en WikiLeaks”, de la Jornada, se publico un documento archivado como secreto de Estado numero 238295, previamente dado a conocer por WikiLeaks, de Daniel Assange, en el cual se revela el interés de y “preocupación de Estados Unidos por la situación política de México.

En el informe se advierte que “los analistas en Washington” dedican mucho interés a la figura del presidente mexicano, por lo que piden un informe completo, sobre todo, ante la evidencia de que “Calderón y su administración están bajo un gran estrés por la lucha contra la droga, el colapso económico y la derrota de su partido en las elecciones legislativas.

Con antecedentes tan delicados sobre política exterior todavía no resueltos y un gobierno que inicia funciones el próximo 20 de enero, me pregunto: ¿Qué fue lo que indujo al Presidente, Lopez Obrador, a ofrecer asilo territorial a Julian Assange, cuando el periodista no lo ha solicitado a la Embajada Mexicana en el Reino Unido?   ¿Porque abrir un nuevo frente con Estados Unidos, cuando todavía no se pulen los raspones cometidos por la falta de tacto político y fino quehacer diplomático con él que será, en pocos días, Presidente del país y socio comercial mas importante de México? ¿Por qué ahora, el presidente Lopez Obrador, se coloca la armadura de un Ivanhoe para defender el buen nombre, la vida y la libertad de Daniel Assange, cuyo delito fue ejercer la libertad de prensa para denunciar actos de barbarie, de corrupción, de abuso de poder, de acuerdos y tratos secretos entre los gobiernos con repercusiones que después se lamentaron? Habría sido un acto humanitario, de buena fe, del Presidente mexicano, si el ofrecimiento de asilo al periodista Daniel Assange no significara una contrasentido, toda vez que hace unos días se amenazo con desaparecer el INAI, aduciendo que es altamente costoso.

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“Farol de la calle y oscuridad en su casa”, no hay duda.