El número de muertos en Estados Unidos por el coronavirus en el país superó los 400,000 en las últimas horas de la presidencia de Donald Trump, cuyo manejo de la crisis ha sido juzgado por expertos en salud pública como un fracaso singular.

Al cierre de la edición, el país registraba 402,000 muertes y 24.3 millones de contagios, mientras que Arizona se acercaba a los 700,000 contagios y contabilizaba 11,266 fallecimientos relacionados al COVID-19.

El proceso de vacunación aunque en marcha, ha mostrado algunas deficiencias, lo que ha derivado en un lento avance y déficit de unidades de la segunda dosis o el llamado “refuerzo”.

El virus no ha terminado en el país, incluso con la llegada de las vacunas que finalmente podrían vencer el brote: un modelo ampliamente citado por la Universidad de Washington proyecta que el número de muertos llegará a casi 567,000 para el 1 de mayo, aunque otros estudios estiman que para mediados del próximo mes la pandemia podría cobrar medio millón de vidas.

Si bien a la administración Trump se le ha atribuido la Operación Warp Speed, el programa de choque para desarrollar y distribuir vacunas contra el coronavirus, también repetidamente minimizó la amenaza, se burló de las máscaras, criticó los cierres, promovió tratamientos no probados e inseguros, socavó a los expertos científicos y expresó escasa compasión por las victimas.

El presidente electo Joe Biden busca ampliar la respuesta federal en un ambicioso plan de vacunar a 100 millones de personas en los primeros 100 días de su mandato y desplegaría la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias y la Guardia Nacional para ayudar a establecer clínicas de vacunación en el país.

Si bien el recuento se basa en cifras proporcionadas por agencias gubernamentales de todo el mundo, se cree que el número real de muertos es significativamente mayor, en parte debido a pruebas inadecuadas y casos atribuidos de manera inexacta a otras causas desde el principio.

Las muertes en Estados Unidos por Covid-19, casi igualan al número de bajas militares estadounidenses en la Segunda Guerra Mundial, que se sitúa en alrededor de 405,000, según el Departamento de Asuntos de Veteranos.