Un año después de registrarse oficialmente el primer caso en el estado, el COVID-19 se convirtió en la principal causa de muerte en Arizona, superando al cáncer y las enfermedades cardíacas, según datos del Departamento de Servicios de Salud de Arizona (AZDHS, por sus siglas en inglés).

El número de muertos por COVID-19 al cierre de la edición fue de 13,415 y más de 766 mil contagios, según las cifras oficiales; el primer caso en Arizona se registró el 26 de enero de 2020.

Las muertes por la pandemia superan las 12,097 por cáncer y los 12,410 que por enfermedades cardíacas, según las cifras del 2018, las más recientes del Departamento de Salud del Estado.

Sin embargo, Holly Poynter, portavoz del departamento de salud estatal, dijo que si bien es probable que “las muertes por COVID-19 sean un factor” en el aumento de muertes, los funcionarios estatales no podrán decirlo con certeza hasta que los datos completos sobre la causa de muerte estén disponibles más adelante este año.

Pero dada la gravedad de la pandemia ha habido semanas en las que el COVID-19 ha sido la principal causa de muerte en todo el país, dejando claro que no se trata sólo de otra enfermedad respiratoria.

Actualmente, más del 90% de las camas en las unidades de cuidados intensivos del estado están ocupadas, aunque se ha notado una disminución en la tasa de infección y el estado ha administrado hasta el 2 de febrero 702,664 dosis de vacunas.

Hasta el miércoles fueron confirmados más de 26.5 millones de casos en el país, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, que reportaron más de 447,000 estadounidenses muertos a causa de la pandemia.

Los funcionarios estatales y federales esperan que las cosas empeoren y tras firmar una serie de órdenes ejecutivas relacionadas con la respuesta a la pandemia, el presidente Joe Biden advirtió que la cifra de muertos podría superar el medio millón en las próximas semanas.

“La vacuna es realmente lo que nos traerá de regreso hacia algún tipo de normalidad, no de inmediato, sino varios meses después y puede que no sea lo que estábamos acostumbrados antes de la pandemia; creo que es difícil pensar en eso”, dijo la directora de AZDHS, la doctora Cara Christ.

Arizona ha sido un foco de la enfermedad y el número de casos per cápita ha superado la tasa de en el país dos veces, entre junio y julio; nuevamente a principios de este mes, registró la tasa de infección más alta del mundo.

Al igual que el cáncer y las enfermedades cardíacas, el COVID-19 es particularmente peligroso para las personas mayores y alrededor de 9,500 de las personas fallecidas en Arizona, tenían 65 años o más, lo que representa tres de cada cuatro muertes.

Christ dijo que el hecho de que las muertes por COVID-19 están superando a las de cáncer  y las enfermedades cardíacas influyó en la decisión de priorizar a quienes tienen 65 años en la fase 1-B, anteriormente limitada a mayores de 75.

Según el plan de vacunación actual del estado, las primeras dosis se destinaron a los trabajadores de atención médica y de emergencia en la fase 1, seguidas de la fase de prioridad 1-B que incluye también a maestros y trabajadores de servicios de protección.

Un llamado de auxilio

Por su parte, el gobernador Doug Ducey llamó a la delegación de congresistas de Arizona para que ayuden con la urgente necesidad de suministro de vacunas y fondos para su distribución a la ciudadanía.

“El mejor uso de su tiempo y defensa sería ayudarnos para asegurar esas dosis a la gente de Arizona y terminar de una vez por todas con ésta pandemia”, escribió Ducey a 7 demócratas y 4 republicanos que representan al estado en Washington.

Hace unas semanas, el estado de Arizona solicitó 300,000 dosis semanales y otras 300,000 extras, pero la solicitud no fue aprobada.

Sin embargo la respuesta del gobierno del estado no se ha estancado y han abierto grandes centros de vacunación, el más reciente esta semana en el Estadio de Phoenix, además del Coliseo de los Veteranos y el estadio State Farm, entre otros puntos importantes, a la espera de mayores suministros que les permitan vacunar hasta 50,000 personas por día.