Los republicanos del Senado de Arizona que han estado luchando con el Condado de Maricopa para obtener acceso a las boletas y el equipo electoral de las elecciones de noviembre, están impulsando un plan de respaldo para obtener ese acceso en caso de que un tribunal esté de acuerdo con la posición de la junta de que los materiales están protegidos por ley.
Un comité del Senado dominado por republicanos presentó una propuesta el jueves que dice que las papeletas y las máquinas electorales no son privilegiadas, confidenciales o protegidas de la divulgación si la Legislatura emite una citación; los demócratas se opusieron.
La Junta del Condado también de dominio republicano, ha estado luchando contra el esfuerzo del Senado para obtener acceso a boletas y máquinas electorales desde mediados de diciembre bajo una citación emitida por legisladores que han cuestionado la victoria del presidente Joe Biden en el estado.
La junta mantiene que las boletas son secretas según la ley y que la constitución estatal y las máquinas de tabulación no pueden verse comprometidas al permitir que personas no certificadas las examinen.
La junta entregó resmas de materiales y está realizando dos auditorías propias en las máquinas para asegurarse de que contaron las boletas con precisión y no fueron pirateadas.
El Senado se quedó a un voto de encontrar a la junta en desacato el lunes, pocos días después de que la junta del condado pidiera a un juez que anulara las citaciones.
El senador republicano Warren Petersen, de Gilbert, quien emitió las últimas citaciones después de asumir el cargo de presidente del Comité Judicial del Senado en enero, dijo que su nueva propuesta es “una póliza de seguro” en caso de que un juez falle en contra del Senado.
“Continúan sosteniendo la posición de que no tenemos la autoridad para investigar y auditar las boletas y en este caso el equipo, entonces esto deja en claro lo que ya creemos es la ley”, dijo Peterson en la audiencia sobre su propuesta, SB 1408.
El senador demócrata Martin Quezada calificó la propuesta como otro esfuerzo de los republicanos que cuestionan la derrota del ex presidente Donald Trump para perpetuar sus afirmaciones infundadas y cuestionan docenas de fallos judiciales en todo el país que no encontraron fraude u otros problemas con la votación.
“Creo que ese es el gran problema aquí, que hay un pequeño segmento de nuestra población, y un gran segmento de nuestros funcionarios electos, que se niegan a aceptar el resultado de estos desafíos judiciales, y ese es el avance una vez más de ‘La gran mentira’, que hubo algún tipo de fraude electoral. No había, en absoluto “, dijo Quezada.
Stephen Richer, el ahora registrador republicano en el Condado de Maricopa emitió una defensa detallada de las auditorías que el condado está llevando a cabo, diciendo que las declaraciones de Peterson y otros de que las auditorías son insuficientes son inexactas.
El presidente de la Junta del Condado, Jack Sellers lanzó una andanada contra los senadores republicanos por acusarlos de desacato mientras luchaba contra las citaciones y los señaló por tergiversar la verdad.
El supervisor republicano Clint Hickman estaba visiblemente enojado cuando criticó al senador, a quien no nombró de acuerdo con la tradición del Senado de no nombrar a las personas a las que critican. En cambio, llamó al senador Rick Gray, quien criticó a Hickman y a la junta, “Senador Dick”.
“Así que Dick tuvo algunas cosas horribles que decir, puso en duda la honorabilidad de nuestra junta”, dijo Hickman.
Hickman continuó diciendo que su esposa estaba preocupada por la seguridad de la familia después de ver los comentarios de Gray.
Un tribunal aún no ha fijado una audiencia sobre la solicitud del condado de anular las citaciones del Senado.
