Mientras el número de muertes por COVID-19 llegó a 17 mil en Arizona, la alcaldesa Kate Gallego, dijo que el mandato de máscara todavía está en vigor en Phoenix, a pesar de que el Gobernador ordenó a los gobiernos locales que abandonen el requisito; por su parte, Doug Ducey señaló que la resistencia a su orden ejecutiva es cuestión de política y no de salud.

“Estoy con la mayoría del Concilio Municipal de Phoenix que está de acuerdo en que la decisión unilateral del Gobernador de ordenar a las ciudades que abandonen los requisitos de las máscaras es un caso de extralimitación significativa del gobierno. La autoridad del Gobernador no está exenta de límites”, dijo Kate Gallego.

La orden ejecutiva de Ducey declaró que los gobiernos locales no pueden hacer ninguna regulación relacionada con la pandemia de COVID-19, mencionando específicamente los cubrebocas, citando la baja en contagios y la distribución de vacunas como el motivo de la orden.

“La orden del Gobernador ha causado una enorme confusión, particularmente para las empresas locales, he hablado con muchos dueños de negocios que quieren hacer lo correcto pero no saben por qué tienen que hacerlo solos. Han sido empujados a la posición de tener que defender sus políticas de enmascaramiento sin ayuda o respaldo del gobierno local. Eso está mal”, dijo Gallego.

Arizona nunca tuvo un mandato de máscaras en todo el estado, pero muchas ciudades promulgaron sus propios requisitos de máscaras.

Si bien ciudades como Mesa, Scottsdale y Chandler, siguieron la orden ejecutiva de Ducey y eliminaron el requisito, Flagstaff, Phoenix, Tucson y el Condado de Pima se han mantenido desafiantes.

Gallego dijo que siguen las recomendaciones de los expertos en salud de que las mascarillas son la mejor técnica para combatir al COVID-19 y la mejor y más rápida forma de reabrirse y recuperarse por completo.

“Mi trabajo y el de los miembros del Concilio Municipal de Phoenix, es hacer lo correcto para la gente de Phoenix y la protección de la salud pública debe ser lo primero. Cada aspecto de nuestra recuperación económica depende de derrotar a este virus”, dijo Gallego.

Jean-Jacques Cabou, abogado externo del Ayuntamiento, dijo que la decisión unilateral de Ducey de intentar derogar el mandato de la máscara promulgada en Phoenix “no es legalmente válida” y que tanto el estado de emergencia del gobernador como la declaración de emergencia local, siguen vigentes.

Por su parte, Doug Ducey, dijo que los líderes que ignoran su orden ejecutiva eran “grandilocuentes” y alentó el uso continuo de máscaras durante la pandemia.

“Cuando las empresas privadas le piden a la gente que use una máscara, respetemos, es una buena idea”, dijo Ducey.

Y respondió a las alcaldesas de Phoenix, Kate Gallego, de Tucson, Regina Romero y los funcionarios del condado de Pima, que están manteniendo sus mandatos de máscaras.

“Es simplemente grandilocuencia política, yo planeo ayudar a guiarnos a través de lo que queda de esta pandemia con un comportamiento responsable”, dijo Ducey.

La Oficina del Fiscal General de Arizona emitió una opinión diciendo que el Condado de Pima puede hacer cumplir sus mandatos de máscaras a pesar de la orden ejecutiva y lo mismo aplica para los gobiernos municipales.

La opinión escrita por el procurador general Beau Roysdene dijo que el Gobernador podría ordenar al departamento de salud estatal emitir reglas que prohíban los mandatos locales o ignorar la opinión y tratar de hacer cumplir su orden ejecutiva por su cuenta.

“Por supuesto que escucho las opiniones que publica el procurador general, lo que voy a evitar es participar, es la grandilocuencia política. Seamos personalmente responsables”, finalizó el gobernador Ducey.

Aunque los números de contagios y muertes han descendido en comparación con el pico de la pandemia, se avizora un repunte tras la celebración del Día de Pascua y el levantamiento de restricciones, mientras tanto, más de 2.3 millones de personas han recibido al menos una dosis de la vacuna en Arizona, lo que representa el 33% de la población del estado.

Contrario a lo que se esperaba, luego de que el estado abrió la elegibilidad de vacuna a todos los mayores de 16 años, las citas no se acabaron unas cuantas horas y aparentemente ya hay más dosis, que personas dispuestas a inmunizarse.